El jefe de la milicia kosovar no renuncia a la independencia

El líder de la guerrilla kosovar, Hashim Thaqi, aseguró ayer en su comparecencia ante la prensa internacional que está "interesado en desmilitarizar Kosovo", pero también recordó que "no abandona su objetivo de crear un Estado separado", dentro de tres años. El ELK se compromete en el acuerdo firmado con la OTAN a respetar la resolución 1244 del Consejo de Seguridad; a no interferir el retorno de los 500 policías serbios dedicados a vigilar monumentos, acampar en las fronteras y desminar; y a no emprender venganzas.

El compromiso con la guerrilla evidencia que la OTAN impone sus condiciones políticas esenciales, dejando al Ejército de Liberación de Kosovo ventanas para su desarrollo político y argumentos para su clientela. Igual que el acuerdo con Rusia, en el que Moscú -tras la impactante pero ridícula ocupación sorpresiva del aeropuerto de Pristina- tuvo que renuniciar a su reivindicación principal, un mando propio sobre un sector geográfico: se integra en varios; su cabeza máxima será sólo un adjunto del mando unificado (Jackson), aunque tenderá autonomía dentro del esquema general, con cierto derecho a opting out sobre las instrucciones que no comparta (detención de criminales de guerra, por ejemplo).

Thaqi exigió por otra parte, la inmediata liberación de los prisioneros albanokosovares en manos de las fuerzas de seguridad serbias y denunció que esos prisioneros fueron sacados de Kosovo por la fuerza durante la retirada de las fuerzas yugoslavas el domingo.

[El jefe de los guerrilleros kosovares aprovechó su comparecencia ante los medios de comunicación para volver a invitar al líder kosovar moderado, Ibrahim Rugova, a iniciar conversaciones para la formación del Gobierno autónomo.

"Hay suficiente espacio para él [Rugova] en Kosovo y puede ayudar mucho en el proceso político aquí", señaló Thaqi en un intento por limar las diferencias entre su movimiento y los moderados partidarios de una resistencia no armada contra Belgrado.

El pasado sábado una portavoz de Rugova señaló que éste rechazaba la formación de un Gobierno provisional por parte del ELK, sin embargo funcionarios de la OTAN han presionado a los dos dirigentes albanokosovares para que entierren sus diferencias y se pongan de acuerdo en la formación del nuevo Gobierno, que estará supervisado por Naciones Unidas. El ELK ha acusado repetidamente al partido de Rugova de ineficaz, ya que considera que su política de diálogo y resistencia pasiva desarrollada durante diez años ha dado escasos resultados, informa Reuter]