14 fotógrafos peruanos muestran su obra en Madrid
La fotografía es en Perú el soporte que da mayor impulso al arte contemporáneo, según Menene Gras, comisaria de la exposición Extensiones y metáforas, que se presenta en Casa de América hasta el 18 de julio, dentro del programa de PhotoEspaña. Ésa es la razón por la que los trabajos de los catorce fotógrafos seleccionados son capaces de ofrecer tal variedad de perspectivas estilísticas y temáticas. "Es importante que en España podamos descubrir la vitalidad creativa de los artistas peruanos", dice Gras. Una instalación horizontal que recoge 82 improbables mapas de Perú realizados por escolares abre la muestra con un mudo manifiesto de la subjetividad y diversidad de los mundos que se van a proponer en las siguientes salas. Flavia Gandolfo realizó este trabajo en busca de una geografía conceptual de su país.
La obra de Roberto Huarcaya también se remonta a preguntas sobre el origen. Sus contenedores de cristal con fetos y figuras sumergidas en líquidos son fruto de una serie llamada Continuum. "Quiero registrar un proceso vital a través de recién nacidos y también de mi abuelo, yo mismo, mis sobrinos y mi padre", dice el fotógrafo.
En la muestra Extensiones y metáforas de la fotografía contemporánea en Perú hay otros artistas que también recurren a su entorno y a sí mismos en sus trabajos. Es el caso de Ana María McCarthy, María Cecilia Piazza, Sol Toledo y Miguel Coquis, un psicoanalista que "clona" un mismo personaje repetidas veces en la misma imagen formando un mundo de yoes en acción simultánea.
Menene Gras piensa que el interés por el paisaje en los fotógrafos peruanos llena el vacío de un cultivo de ese género en la pintura. "La tradición del paisaje en la fotografía peruana llena esa ausencia", explica. Las imágenes de Billy Hare, Luz María Bedoya y Juan Enrique Bedoya dan muestra de la potencia del desierto como terreno para la indagación estética.
Perspectivas
La fuerza dramática de los internos en un hospital psiquiátrico en Lima, de Morgana Vargas Llosa, y los inquietantes restos humanos hallados por la cámara de Milagros de la Torre son una denuncia de la siempre injusta guerra de la existencia. Otros tres fotógrafos muestran perspectivas distintas. Javier Silva despliega a través del retrato la magia y el teatro de las personas de distintas zonas de Perú. Mariano Zuzunaga opta por el minimalismo cargado de los objetos. Michael Tweddle funde cuerpos de mujer con cactus que la despedazan o felinos que la poseen. "El punto de partida de esta exposición", explica la comisaria catalana, "fue la constatación de que la fotografía era el soporte donde mejor se estaba desarrollando el espíritu experimental de los artistas plásticos peruanos". Casa de América presenta en otra de sus salas una exposición de Marcelo Brodsky titulada Buena memoria. Brodsky indaga, a través de una foto de su promoción de colegio, el destino de los desaparecidos durante la dictadura argentina, incluido su propio hermano.
