El 12% de los pacientes ingresados sufre úlceras por presión
El 95% de los casos podría evitarse con medidas profilácticas
El primer estudio epidemiológico desarrollado en España sobre úlceras por presión, que son las producidas por encamamientos prolongados y permanencia en silla de ruedas, revela que el 12,2% de los pacientes hospitalizados, con independencia de la edad, el sexo y el motivo del ingreso, sufre este proceso. Los mismos datos arrojan una tasa del 12,8% en las personas ingresadas en una residencia asistida y un 0,27% en los mayores de 65 años que residen en su hogar. Este estudio de prevalencia, realizado en diciembre de 1998 por el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión (GNEAUPP), es una experiencia piloto llevada a cabo en la comunidad autónoma de La Rioja (264.941 habitantes) y cuyos resultados son extrapolables a todo el territorio nacional.
"Los datos de este análisis, que es el primero sobre una muestra de población muy amplia, permiten emprender otro proyecto más ambicioso de ámbito nacional", dice Javier Soldevilla, presidente del grupo.
Los resultados obtenidos son coincidentes con los de otros países cuyas tasas de prevalencia en hospitales oscilan del 5% al 15%. Una estimación a la baja a partir de este estudio sugiere que el coste anual por las úlceras de presión en España asciende a 70.000 millones de pesetas.
Riesgo de infecciones
Según Soldevilla, el 95% de las úlceras por presión se podría prevenir con unas sencillas pautas profilácticas: valoración del riesgo a través de unas escalas establecidas (actividad, inmovilidad, incontinencia urinaria y fecal y estado general del paciente), cuidados específicos en el movimiento del paciente e higiene extrema de la piel con el fin de mantenerla limpia, seca e hidratada. Esta actitud se puede complementar con otras medidas que está desarrollando la industria, como ciertos tipos de camas, colchones, almohadas y otros productos que reducen la presión sobre la piel.
"Las úlceras por presión, que aparecen sobre todo en personas mayores, además de deteriorar la calidad de vida, son un factor de riesgo de infecciones y de otros trastornos que pueden conducir a la muerte. Sin embargo, constituyen una epidemia bajo las sábanas, que no es lo suficientemente valorada, sino que se contempla como una patología sumergida, secundaria y poco gloriosa", subraya.
Este proceso se caracteriza por ser una lesión abierta en la piel con escasa o nula tendencia a cicatrizar por uno o varios de los siguientes factores: edad avanzada, estado nutricional deficitario, ciertos tratamientos farmacológicos o enfermedades de base que comprometen el sistema inmunológico. Los talones, las zonas sacras (región interglútea) y las caderas son las localizaciones más frecuentes. El proceso de cicatrización de estas heridas puede ser largo, de semanas a meses e incluso años.
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