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La crisis de la dioxina obliga a retirar 642 toneladas de productos belgas en España

Los hipermercados califican de "significativo" el descenso en la venta de pollo y huevos

España importó de Bélgica al menos 642 toneladas de productos animales y derivados lácteos desde el 15 de enero, según el primer recuento realizado por el Ministerio de Sanidad y Consumo desde que estalló la crisis de la contaminación por dioxina, hace ya 12 días. Las cifras fueron proporcionadas por las comunidades autónomas, que son las que tienen competencias sobre el control de seguridad de los alimentos, y las que han inmovilizado estas partidas. Madrid y Canarias, con más de 200 toneladas cada una, son las comunidades que más productos han detectado.

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Las cifras presentadas ayer por Sanidad (que ha tomado el relevo al Ministerio de Agricultura en la información sobre la crisis alimentaria) son muy superiores a las proporcionadas el viernes. Según fuentes de Sanidad, eso se debe a que los equipos técnicos de las comunidades han trabajado "a destajo" durante todo el fin de semana y a que se han inmovilizado, además de la carne de pollo, cerdo y vacuno, todos los productos derivados.Según Sanidad, hasta las 14.30 de ayer (primer recuento centralizado desde que estalló la crisis), las comunidades autónomas habían detectado 642.578 kilos de productos de origen animal procedentes de Bélgica entre el 15 de enero y el 1 de junio, fechas límite, según el Comité Veterinario Permanente de la UE, de una posible contaminación de los animales con dioxina, una sustancia cancerígena si se consume en altas dosis y durante largos periodos. De las partidas inmovilizadas, 241 toneladas son de carne de ave, 66 de carne de cerdo, 7 de carne de vacuno, 142 de embutidos, 70 de productos lácteos, 9 de productos de pastelería, 35 de helados, 17 de chocolates, 17 de licores, 10 de productos derivados del huevo y cantidades menores de galletas, productos de pesca, salsas, mayonesa, patatas fritas y platos preparados.

Las únicas comunidades autónomas que presentaron ayer sus registros detallados fueron Madrid (201 toneladas hasta el mediodía del sábado) y Canarias (265 toneladas hasta el mediodía de ayer). Por lo tanto, y de acuerdo con las cifras suministradas por el Ministerio de Sanidad, sólo entre estas dos comunidades estaría el 72% de los productos animales importados desde Bélgica este año. Ni los informes de Sanidad ni los de las comunidades han confirmado hasta el momento que los productos inmovilizados estén contaminados con dioxina.

Caída de ventas

Varias grandes superficies comerciales y distribuidoras -entre ellas Pryca, Alcampo, Continente y Mercadona- reconocieron ayer que la venta de pollo en sus establecimientos había descendido de manera "significativa", aunque no "crítica". El ministerio de Agricultura anunció ayer que se reunirá con el sector para determinar las pérdidas con precisión.En Bruselas, el Comité Veterinario Permanente de la UE ratificó las medidas de salvaguarda adoptadas el viernes por la Comisión Europea. En virtud de aquella decisión, la Comisión extendió a los productos de cerdo y bovino las mismas restricciones que días antes había acordado para el pollo, por lo que su exportación fuera de Bélgica sólo se permite si el Gobierno belga acredita que esos alimentos no proceden de ninguna factoría en la que pueda haber habido contaminación por dioxina o, si es el caso, que ello no ha ocurrido entre el 15 de enero y el 1 de junio.

Esas medidas son más suaves que las adoptadas por algunos países europeos como España y Francia, que simplemente han retirado de sus mercados todos los productos cárnicos belgas o derivados.

El ministro belga de Sanidad acudió a informar a los veterinarios, aunque no dio detalles sobre el origen de la contaminación con la excusa de que el caso está bajo secreto judicial.

El ministro confirmó que son 12 los fabricantes de piensos que se abastecieron de grasas en la factoría Verkest, 10 belgas, uno francés y uno holandés. Las granjas que compraron pienso a los 10 fabricantes belgas son 1.576: 746 de porcino, 440 de aves y 390 de vacuno. El Gobierno belga incluyó ayer la mantequilla entre los productos lácteos que pueden haberse contaminado.

Los directivos de la empresa Verkest, fabricante de grasas para piensos que supuestamente originó toda la contaminación por dioxinas, fueron puestos ayer en libertad por falta de pruebas. Pero tan sólo dos horas después volvieron a la cárcel debido a un recurso del fiscal de Gante (norte de Bélgica) contra la orden de liberación.

Los directivos son Lucien y Jan Verkest, padre e hijo, que fueron detenidos a finales de mayo tras comprobarse que las grasas procedentes de su fábrica estaban contaminadas con dioxina.

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