Interior admite que puso cámaras en el barrio chino por la queja del Ararteko

El Departamento de Interior admitió ayer por primera vez que las cámaras instaladas en el barrio de Bilbao la Vieja fueron colocadas para controlar los supuestos delitos de los ertzainas que operan en la zona, conocidos por las denuncias recogidas en el informe del Ararteko sobre este asunto y por las trasladadas a Interior por la policía local. Como consecuencia de las grabaciones, el titular de Interior, Javier Balza, pudo aportar al juez unas imágenes en que se aprecia a varios agentes participando en una identificación y detención violenta de una persona, a la que se reduce con un porrazo y se le tira al suelo, en el barrio chino. El mismo día en que Interior trasladó las pruebas al Juzgado de Guardia bilbaíno, el viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, abrió un expediente disciplinario a 11 agentes que participaron en la detención, por dos motivos: las "presuntas discrepancias" entre lo recogido en el atestado por los agentes y lo que mostraban las cámaras y porque algunos agentes que actuaron en la detención estaban "al parecer" fuera de su área de patrulla, sin comunicárselo a sus jefes policiales. En la comparecencia de Balza el pasado 19 de mayo ante la comisión correspondiente del Parlamento, el consejero respondió al parlamentario socialista Víctor García que el robo de las cámaras instaladas en Bilbao la Vieja no tenía relación alguna con las denuncias del informe de 1998 del Ararteko, que enumeraba prácticas policiales que conculcaban derechos fundamentales. Se da la circunstancia de que en la misma comparecencia, en la que el consejero explicó la actuación genérica de la Ertzaintza en esta zona degradada de Bilbao, aseguró que no podía dar más información sobre la investigación interna abierta por su departamento porque el juez había declarado el secreto de sumario. Un portavoz oficial reconoció ayer que "no existía ningún secreto de sumario por este asunto. Es cierto que Balza lo dijo en el Parlamento, pero no con ánimo de engañar, sino que actuaba en la creencia de que sí se había declarado". PASA A LA PÁGINA 5