Pujol elogia la radio en catalán, que fomenta el "espíritu patriótico"

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, hizo ayer una fervorosa defensa de las emisiones de radio en catalán porque contribuyen a fomentar el "espíritu patriótico" y por su "compromiso con el país". En medio de la polémica por la revocación de tres licencias a la cadena Cope, Pujol advirtió que los medios de comunicación han de cumplir las normas de la Generalitat y en concreto las cuotas de emisión en catalán.

Pujol realizó estas declaraciones durante la inauguración de los nuevos estudios de Ràdio Flaix en Barcelona, una emisora propiedad de Miquel Calzada y Carles Cuní, dos ex periodistas de la radio y televisión institucionales de la Generalitat, que emite desde el año de 1992 una radiofórmula musical íntegramente en catalán.En su discurso, el presidente elogió la trayectoria de esta emisora porque ha ampliado y diversificado la oferta del panorama radiofónico en Cataluña; pero sobre todo, porque este tipo de emisoras fomenta el "espíritu del patriotismo" y por su "compromiso con el país", y todo ello con una cierta dosis de "rebeldía juvenil".

Pujol también se definió como un "rebelde" porque si no, algunos de sus actos "no levantarían tanta polémica", declaró. Como ejemplo de esta actitud, el presidente de la Generalitat citó la Ley de Política Lingüística, "un acto de rebeldía indiscutible", según lo calificó él mismo. Contra esta norma, aprobada en el Parlamento autónomo con los votos en contra del Partido Popular y de Esquerra Republicana, se ha recurrido ante los tribunales porque obliga a doblar al catalán el 50% de las copias de las películas más taquilleras, además de fijar otras cuotas de emisión en esta lengua en las radios privadas, en concreto el 50% de su programación y el 25% de la música.

Aunque en ningún momento de su discurso nombró a la Cope, Pujol advirtió de la obligatoriedad de que todos los medios de comunicación en Cataluña cumplan la legislación autonómica y se adapten a la "realidad del país". El fijar normas y ciertos criterios proteccionistas no significa, para el presidente, ningún atentado a la libertad de expresión, en contra de lo que han opinado numerosos medios de comunicación sobre la retirada de tres licencias a la Cope.