Victoria Abril se salva de una pésima película sobre la paternidad

Fuera de concurso se estrenó ayer en el Festival de Cine Español de Málaga la ópera prima como directora de la actriz francesa Charlotte de Turckheim, Mamá, preséntame a papá, protagonizada por Victoria Abril. Una comedia tan ligerita sobre la paternidad, aunque sea irresponsable, que es casi humo cinematográfico, y donde Abril realiza un homenaje, con bolero cantado incluido, a su padre, al que nunca conoció.

La comedia, que se estrenará en su versión original francesa en París el 16 de junio y en España en julio, es un penoso ejercicio dentro de los límites de ese peligroso filón que es el de las historias con niños metidos entre adultos, pero con problemas existenciales propios. Aquí, los niños van a la búsqueda no de uno, sino de tres progenitores distintos y desconocidos.Coproducción entre España y Francia dirigida con escaso acierto por la actriz Charlotte de Turckheim, cuenta con la presencia en el reparto de Mabel Lozano, Antonio Valero, al margen de Abril, a quien la directora llamó "la mujer más deseada y querida de Francia por hombres y mujeres". La película es sólo una audaz operación de promoción del ente mexicano de turismo, tal es el abrumador peso de paisajes, ruinas mayas, sol y playas en la función.

Impropio de un festival serio es, además, el haberla proyectado no en su versión original, sino en un impresentable doblaje. La propia Abril suscribió esta idea y culpó a los distribuidores de un mal doblaje de urgencia.

Vodevil de los que ya no se llevan, penoso remedo de comedia de situación, Mamá, preséntame a papá sólo se explica en el contexto malagueño por la operación anexa que el filme permite, la presentación ante los medios de la gracia de Victoria Abril, la única, por cierto, que salva con oficio y dignidad su papel.

Abril cifró los valores de la película en "tratar de forma ligera un tema ya de por sí triste", en apostar por "paternidad sí y sí, sea como sea el padre", en realizar un homenaje particular a su padre, al que nunca conoció, pasar cuatro meses en México y poder compartir con varios niños el rodaje.