Solana se niega a recibir al líder de la guerrilla kosovar en su visita "privada" a la OTAN
El líder de la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), Hashim Thaqi, visitó ayer la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas. El portavoz de la OTAN, Jamie Shea, puntualizó que fue "una visita privada", sin rango oficial. Para marcar las distancias con el líder de un movimiento que hasta hace pocas semanas era considerado un grupo terrorista, ni Javier Solana ni el general Wesley Clark le recibieron.
Los aliados han querido echar agua al vino de la visita de Thaqi, que hubiera podido ser muy polémica en caso de tener rango oficial. La OTAN no autorizó a Thaqi que utilizara la sala de prensa oficial, por lo que éste ofreció su conferencia de prensa en un hotel. La OTAN siempre ha sostenido que no mantiene contactos oficiales con la guerrilla albanesa y que sus bombardeos nunca han pretendido beneficiar el avance de las posiciones de la guerrilla. La Alianza siempre ha apostado por la fracción moderada albanokosovar, representada por Ibrahim Rugova. Y las relaciones entre Rugova y el ELK pasan por su peor momento desde que el líder moderado aceptó viajar a Belgrado al poco de iniciarse la campaña aérea aliada.Hashim Thaqi emergió como el principal responsable político del ELK durante las conversaciones de Rambouillet. Allí lideró la delegación de los albaneses de Kosovo y como tal firmó el proyecto de acuerdo de paz, que acabó siendo rechazado por los serbios.
Rugova y Thaqi, que no se han visto desde que acabaron las conversaciones de Rambouillet, el 19 de marzo, se negaron a entrevistarse en París, donde coincidieron el jueves y el viernes. El jueves fue Rugova quien se negó a ver a Thaqi. El viernes fue éste quien se fue a Bruselas justo después de que Rugova hubiera reconsiderado su primera decisión. Los mediadores en este enfrentamiento, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Hubert Védrine, y el embajador de Albania en París, Luan Rama, no lograron reunirles.
Rugova, que como el líder del ELK se encuentra visitando diversas capitales europeas, dijo que todavía confía en que se pueda establecer un diálogo que cure una ruptura con el ELK que está dañando la búsqueda de un acuerdo para Kosovo.
En París, Thaqi celebró la decisión del Tribunal de La Haya de inculpar a Slobodan Milosevic como criminal de guerra. "El mundo ha comprendido que no puede haber un diálogo político con Slobodan Milosevic", dijo. "Hay que encontrar fuerzas democráticas en Serbia que sean conscientes de que, en los Balcanes, tenemos que vivir juntos y poner fin a la hostilidad", añadió.
Lucha ofensiva
En el terreno militar, afirmó que "las fuerzas del ELK han pasado de una lucha defensiva a una lucha ofensiva". "Ahora obtenemos resultados, tenemos éxito. Los últimos acontecimientos demuestran la capacidad del ELK", afirmó.
El líder moderado, Ibrahim Rugova, se declaró en París partidario de la idea de confiar a la Unión Europea la administración provisional de Kosovo cuando acabe el conflicto, según señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores francés tras la entrevista que mantuvo con el ministro responsable de Cooperación, Charles Josselin.
La visita de Thaqi coincidió ayer con las primeras misiones de aviones de guerra de la OTAN contra Yugoslavia lanzadas desde Hungría, en concreto F-18 de Estados Unidos que despegaron desde la base de Taszar.
Hashim Thaqi no fue el único visitante ilustre ayer en la sede de la OTAN. El subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, acudió a Bruselas para informar al Consejo Atlántico sobre las negociaciones con el mediador ruso, Víktor Chernomirdin.
Strobe Talbott admitió que no se había dado ningún paso decisivo tras dos días de encuentros en Moscú, pero subrayó que se están dando acercamientos significativos en varios temas espinosos. Y en particular acerca de la composición y estructura de mando de la fuerza internacional que tiene que desplegarse en Kosovo y sobre el mantenimiento de tropas serbias, precisamente dos de los asuntos más polémicos.
En materia de tropas, los aliados ya han aceptado que algunas tropas serbias se queden en Kosovo, aunque exigen primero una retirada total y luego un retorno controlado para vigilar las fronteras y los monasterios ortodoxos. Rusia sigue exigiendo que esas tropas se mantengan en Kosovo para asegurar su permanencia en la provincia autónoma, aunque ya sólo pretenden que estén formadas por unos centenares de hombres.
Sobre la responsabilidad de las tropas, el mediador ruso sigue insistiendo en que estén bajo mando global de Naciones Unidas, pero comprende ya que las tropas de la OTAN deben estar directamente bajo mando de la Alianza.
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