Historiadores y arquitectos hacen inventario de las principales construcciones madrileñas
Hace 11 años, un grupo de historiadores y arquitectos emprendió una ardua labor: la elaboración de un inventario de los edificios, jardines y recintos naturales de toda la Comunidad. Toda una enciclopedia de la arquitectura madrileña, a la que sólo le falta la parte correspondiente al sur y este de la región, que no tardará en aparecer. Madrid se convierte así en la única comunidad que cuenta con este valioso documento. En su factura colaboran el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, la Consejería de Obras Públicas de la Comunidad y cuenta con el patrocinio de Caja Madrid.
Todos y cada uno de los distintos tipos de edificios que hay en la Comunidad de Madrid están catalogados, o a punto de estarlo, ya que esta ingente labor estará concluida cuando se publiquen los tomos correspondientes a la zona sur y este de la región. Ni un solo pueblo se ha escapado a la labor de investigación realizada por 20 personas pertenecientes tanto al Colegio de Arquitectos como al Gobierno regional. Y, en cada uno de estos municipios, estos técnicos no han despreciado ninguna muestra arquitectónica. Todo tiene interés o puede tenerlo. Desde una fuente hasta una estación de ferrocarril, un cementerio, un colegio, un puente, una taberna, una casa particular o un depósito de agua.Los ocho tomos ya terminados de Arquitectura y desarrollo urbano. Comunidad de Madrid recogen miles y miles de construcciones de todas las épocas correspondientes a 110 municipios. El presupuesto del trabajo asciende a más de 100 millones de pesetas. Este mes se presentan los cuatro volúmenes correspondientes a la zona oeste. En las librerías ya están los relativos a la zona centro y a la norte. En total son ya ocho los libros editados por la Dirección General de Arquitectura de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte y por el Colegio de Arquitectos de Madrid.
Para los autores del trabajo han tenido tanto peso los edificios antiguos o históricos como los de reciente construcción. "Se trataba de realizar un inventario de todas las muestras de arquitectura que existen en cada municipio", declara un técnico. A cada pueblo, por pequeño que sea, se dedican varios capítulos, que pueden referirse a arquitectura residencial, militar, industrial, religiosa o ferroviaria. Luego se efectúa una detallada descripción de cada edificio seleccionado: su situación, fecha de construcción, usos, propiedad, protección y su historia, un análisis arquitectónico y la bibliografía utilizada.
El proceso comienza con un trabajo de campo. Los arquitectos o historiadores han viajado por los pueblos fotografiando edificios y recopilando datos en bibliotecas, archivos o en conversaciones con alcaldes y vecinos. El primer paso se dio en 1982, que fue cuando el servicio histórico del Colegio de Arquitectos publicó unas guías de arquitectura de Madrid capital (hoy agotadas). "Se vio la necesidad de extender estos estudios sobre urbanismo y arquitectura a todos los términos de la región", explican en el colegio. Para ello, esta institución firmó en 1988 un convenio de colaboración con la Consejería de Ordenación del Territorio (ahora de Obras Públicas y Transporte) y se formaron los equipos de trabajo. En 1992 se adhirió la Fundación Caja Madrid.
"Desde el principio ha sido una labor anónima, de la que esperamos que se aprovechen todos los que la necesiten. Ha sido una iniciativa bastante inusual, porque se trataba de la consecución de unos objetivos que sólo se verían a largo plazo", declara un miembro del Colegio de Arquitectos.
Vida en la Casa de la Cultura
No importa que un municipio sólo tenga 2.900 habitantes, como Villanueva del Pardillo. Este pueblo ocupa algo más de veinte páginas. De él se publica un plano anterior a la guerra civil, documentos fotográficos de casas destrozadas entonces o un alzado de un cuartel militar. Se cuenta con todo lujo de detalles la historia de la escuela infantil o de la Casa de la Cultura, llamada la Casa Grande. "Como resultado de la batalla de Brunete", se cita, "la población quedó arrasada y sus habitantes tuvieron que refugiarse en la Casa Grande, donde se vivieron los duros años de la posguerra". También está muy bien documentado con planos, fotografías, texto y dibujos el depósito de agua de Villanueva del Pardillo, construido en 1953. Son ejemplos de cómo se ha inventariado el patrimonio arquitectónico de la región. Y de cómo constarán las casas, puentes, fuentes o fábricas cuando ya no existan. Precisamente, de lo que ya no está y no se puede ver también se han ocupado las 20 personas, historiadores y arquitectos, que han llevado a cabo este trabajo. Porque, mediante documentos históricos y recopilando todo tipo de información, se ha recreado el alzado de edificaciones ya desaparecidas.Y otra curiosidad: entre las páginas de estos volúmenes, uno se puede topar con el colegio en el que estudió, la iglesia de su primera comunión o la casa de un vecino.
Todo es susceptible de ser una muestra reseñable de arquitectura madrileña.
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