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Los piquetes desobedecieron el fallo judicial sobre los servicios mínimos y bloquearon el transporte

VIENE DE LA PÁGINA 1 En San Sebastián, los piquetes siguieron las consignas de los otros territorios de desobedecer la resolución del Tribunal Superior de Justicia que dio la razón a la Administración en el establecimiento de los servicios mínimos. Así, obstruyeron a primera hora de la mañana la salida de los autobuses de la Compañía del Tranvía municipal y sólo permitieron que una unidad hiciera su trayecto hasta la ciudad sanitaria. Los autobuses de la compañía Herribús, que unen la capital donostiarra con las localidades de Oiartzun y Pasaia San Juan, fueron obligados a parar por los piquetes y tampoco circularon los interurbanos que hacen el trayecto entre San Sebastián y Tolosa. En cambio, los servicios mínimos se respetaron en los viajes hasta Hondarribia. La compañía Pesa, que cubre la ruta entre San Sebastián y Bilbao, decidió apoyar la huelga por decisión de su comité de empresa y no ofreció ningún servicio, mientras que la empresa Enatcar, que cubre líneas con varias ciudades españolas, logró mantener los servicios mínimos fijados. Tanto Renfe como Euskotren ofrecieron los servicios mínimos sin sufrir ningún incidente. Renfe movilizó la mitad de los trenes de cercanías en las horas punta, como exigía el Ministerio de Fomento. La frecuencia se redujo a un 20% durante el resto del día. En los viajes de largo recorrido salieron de Irún dos servicios diurnos en dirección a Madrid y Barcelona. Euskotren también cumplió los servicios mínimos en sus líneas de tren y autobuses. En Vitoria, los transportes no funcionaron más allá de los servicios mínimos, informa Eduardo O. de Arri. Los autobuses urbanos de la compañía municipal Tuvisa circularon con una frecuencia mucho menor de la habitual, de entre 45 y 60 minutos, aunque a primera hora se produjeron pequeños incidentes. La compañía sólo pudo sacar de cocheras cuatro de los siete vehículos que debían cubrir los servicios mínimos. Uno de ellos resultó pinchado casi de inmediato. Finalmente toda la flota circuló, pero con problemas, al ser retenidos en distintos momentos. En los autocares interurbanos, apenas funcionó la mitad. Sí estuvieron en activo las líneas en dirección a San Sebastián (Continental Auto) y Pamplona (Burundesa), pero no hacia Bilbao (La Unión) ni al valle de Léniz (Pesa), que en total sumaban 70 servicios. Por la estación de Renfe de Vitoria el único movimiento registrado fue el tránsito de los seis trenes de largo recorrido previstos, sin llegar a detenerse. En la capital alavesa tampoco pudo celebrarse, por falta de quorum, el pleno ordinario que había sido convocado pese a la huelga. El PP, único partido que rechazó aplazar la sesión y forzó que se celebrara, se quedó solo. A última hora, los socialistas decidieron sumarse a HB e IU, que habían anunciado su ausencia desde el martes. Grandes centros cerrados En el comercio, casi todos los grandes centros estuvieron cerrrados. En Vizcaya no se abrió El Corte Inglés y Bilbondo estaba prácticamente inactivo, ya que el hipermercado de Eroski secundó el paro. Pryca, en Sestao, abrió a las 10 horas pero tuvo que cerrar por los piquetes. En cambio, el macrocentro Artea, en Leioa, y el centro comercial de Deusto funcionaron con normalidad, mientras que las tiendas de Max Center, en Barakaldo, trabajaron de forma desigual. En Vitoria también cerró El Corte Inglés y el centro Dendaraba tenía las puertas abiertas auque los comercios estaban cerrados. En Guipúzcoa, el macrocentro de Oiartzun funcionó "bajo mínimos", mientras que Pryca y Alcampo carecían de actividad, al igual que el centro Garbera de San Sebastián. El pequeño comercio y los establecimientos hosteleros presentaron también un comportamiento irregular, sobre todo en las capitales. En Bilbao, en el centro especialmente, hubo gran número de locales comerciales y hosteleros abiertos. En Vitoria, la respuesta al paro fue mayor en el centro, mientras que en los barrios el seguimiento fue desigual. La Federación de Comerciantes de Guipúzcoa censuró que su voluntad de "abrir las puertas" se vio impedida por los piquetes.

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