ALFREDO ALDAI Cerrados a la fuerza
Los turistas visitaron ayer Bilbao con algo de desconcierto. El Museo Guggenheim abrió a primera hora, ya que sus empleados habían decidido no secundar la huelga, pero los piquetes precintaron los accesos y los visitantes se tuvieron que conformar con fotografiarse junto a Puppy. Desde primera hora de la tarde, el Guggenheim abrió con normalidad. El Museo de Bellas Artes bilbaíno y el de San Telmo en San Sebastián también tuvieron que cerrar. El Palacio de Euskalduna, sin embargo, no se vio afectado por la jornada de paro.
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