Moscú advierte a Chirac y al emisario de EE UU de que dejará la mediación si siguen los ataques

El presidente ruso, Borís Yeltsin, reiteró ayer ante el presidente francés, Jacques Chirac, la amenaza de abandonar sus esfuerzos mediadores en el conflicto de Kosovo. Un comunicado del Ministerio de Exteriores emitido ayer por la tarde tras la visita del subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, insistió también en el asunto diciendo que Rusia no va "a hablar por hablar" sobre la crisis de Kosovo y que podrían producirse "cambios sustanciales" en su posición si no cesan los bombardeos de la OTAN. Chirac pidió a Yeltsin que Rusia continúe su papel mediador.

El presidente francés restó importancia a las palabras de Yeltsin y dijo que no pensaba que Rusia estuviera dispuesta "a abandonar un proceso que requiere su activa presencia". Chirac se entrevistó también con el ministro de Exteriores ruso, Ígor Ivanov, y con Víktor Chernomirdin, el enviado especial de Yeltsin para los Balcanes."Si los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia continúan a pesar de los esfuerzos de Rusia, y si las propuestas rusas no se toman en cuenta, el país se verá obligado a revisar su participación en el proceso de negociaciones", dijo Yeltsin a Chirac durante su conversación de poco más de una hora. La cita es de Ígor Ivanov.

Rusia desea una suspensión de los bombardeos de la OTAN para dar la posibilidad al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, de sentarse a la mesa de las negociaciones, pero la Alianza de momento no parece dispuesta a hacer ninguna concesión mientras Belgrado no cumpla las cinco exigencias presentadas por Estados Unidos y sus aliados europeos (retirada de las fuerzas yugoslavas de Kosovo; aceptación de una presencial militar internacional en la provincia; regreso de los refugiados, cese de la política represiva de Belgrado, y muestras de su voluntad de llegar a un acuerdo basado en lo discutido en Rambouillet).

Refiriéndose a la amenaza de Yeltsin, Chirac declaró ayer: "Ése no fue en absoluto el espíritu de nuestras discusiones". "No he sentido que Rusia se fuera a retirar del proceso de paz". "Nada sería peor que la retirada de Rusia", puntualizó el presidente francés. Chirac confirmó las discrepancias existentes entre Rusia y la OTAN, particularmente en lo que a la operación militar de ésta se refiere.

"Hay puntos de divergencia, especialmente en cuanto a si sería oportuno hacer una pausa en los bombardeos. Rusia desea la suspensión de los ataques, mientras que Francia participa en ellos y considera que hay que continuar; se trata de una diferencia importante", constató Chirac.

Al mismo tiempo, el presidente francés dio una nota optimista diciendo que las conversaciones con Rusia habían permitido acercar sustancialmente las posiciones "en una serie de campos". Al mismo tiempo, Chirac se negó a dar detalles sobre estos acercamientos, invocando "la necesidad de ser discretos".

Buena dirección

"Hemos progresado, y no está excluido que los próximos días muestren que las cosas avanzan en la buena dirección hacia la paz", afirmó Chirac, quien subrayó "el esfuerzo común de París y Moscú para que el G-8 se convierta en un órgano capaz de examinar las condiciones para una solución política".Talbott, por su parte, también quitó carga a las palabras de Yeltsin y comentó: "Lo que es más importante es el hecho de que Chernomirdin está de acuerdo en que es positivo e incluso necesario continuar nuestro trabajo diplomático conjunto".

Talbott, que estuvo ya en Moscú el miércoles y después viajó a Helsinki para reunirse con el presidente finlandés, Martti Ahtisaari, regresó ayer a la capital rusa para continuar sus conversaciones con el enviado especial de Yeltsin para los Balcanes. "Veamos lo que podemos hacer juntos. Nosotros y los rusos hoy nos entendemos mejor que hace dos días...", agregó el subsecretario de Estado, que más tarde se reunió con Ivanov y después viajó a Ginebra, donde tiene previsto encontrarse con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

"Si ahora logramos aumentar nuestros esfuerzos, entonces podremos resolver el problema balcánico a un nivel político en un futuro próximo", dijo Chernomirdin después de su reunión con Talbott y antes de partir a Helsinki, donde mantendrá conversaciones con Ahtisaari, el mediador de la Unión Europea.

En las conversaciones mantenidas ayer en Moscú no hubo indicios de que Rusia hubiera transmitido a la OTAN un mensaje de Milosevic aceptando la presencia militar en Kosovo, como aseguraba Le Monde. El diario francés, citando fuentes occidentales en Moscú, aseguraba que Milosevic estaba dispuesto a cumplir las cinco condiciones de la OTAN, pero que a cambio deseaba que la integridad territorial de su país fuese respetada, es decir, que la Administración provisional que se implantaría en Kosovo no condujera a la independencia de esa provincia; además, pedía la no injerencia en la política yugoslava e inmunidad personal frente a la posibilidad de ser juzgado de acuerdo al derecho internacional.