Dos exposiciones explican en Palma de Mallorca la fascinante historia de las vanguardias rusas
Una exhibición está dedicada a la pintura de Malevich y en la otra domina Kandinsky
El Museo Estatal Ruso de San Petersburgo ha sustraído 76 obras del medio millón de ejemplares que integran sus vastos fondos de pintura y escultura nacionales para poder explicar, mediante dos exposiciones que hoy se inauguran en Palma de Mallorca, la fascinante metamorfosis que vivió el arte en los años diez y veinte de este siglo gracias al impacto plástico y conceptual de la vanguardia rusa. En el Centro Cultural Sa Nostra se presenta una monográfica dedicada a Kazimir Malevich y en el Casal Solleric se exhiben los llamados "maestros rusos de vanguardia".
La exposición dedicada a Kazimir Malevich (1878-1935), que incluye algunos de sus iconos geométricos, está montada en el Centro Cultural Sa Nostra, y a escasos 100 metros, en el paseo del Born, el Casal Solleric exhibe los cuadros de los llamados "maestros rusos de vanguardia", encabezados por Kandinsky (1866-1944) -que domina una sala- y otras 11 firmas. Entre éstas el director del museo ruso, Vladímir Gusiev, subrayó a Pavel Nikolaiévich Filonov (1882-1941), que murió en la miseria durante la guerra tras legar su obra al museo y es escasamente conocido en Occidente. También destacan los contrarrelieves de Vladímir Tatlin (1885-1953). Las exposiciones se cerrarán el 14 de julio.El hombre, el aire y el espacio es el título ideológico -cazado del nombre de un cuadro de la época de Liubov Popova (1889-1924)- que queda consignado para describir sendas exhibiciones. Su comisaria, Marta Sierra, explicó ayer que son exposiciones "historicistas y no cronológicas, para representar un momento de ruptura y reivindicación de las formas, los sistemas y la mirada hacia el hombre nuevo".
Además de los pintores antes citados, están representados en la exposición Alexandra Exter (1882-1949), Natalia Goncharova (1881-1962), Mihaíl Larionov (1881-1964), Vladímir Lebedev (1891-1967), Iván Puni (1894-1956), Alexander Rodchenko (1891-1956), Olga Rozanova (1886-1918) y Nadiezhda Udaltsova (1886-1961). "Una constelación de nombres y descubrimientos pictóricos que convierten este periodo en extraordinariamente dramático y brillante en la larga historia de las artes decorativas rusas", indicó Gusiev.
El responsable de la gestión del museo ruso, creado según dijo por deseo y basándose en "las herencias culturales" de buena parte de los protagonistas de las vanguardias, resaltó su visión "apolítica" e ideológicamente neutral de esta época cultural de principios de siglo.
A juicio de Gusiev, las obras seleccionadas representan "uno de los momentos más esplendorosos de la vanguardia rusa, cuya vinculación con la época revolucionaria no es cierta". Según señaló, "no existía ninguna relación con el poder político y no es correcto juntar política con vanguardia. Ésta nació antes de la revolución de 1917".
Cambios en Moscú
Gusiev lleva 10 años al frente del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. Ayer, en plena crisis institucional en Moscú, su objetivo era saber quiénes serán los ministros de Cultura y de Finanzas. "Ahora cambian mucho los ministros, antes podíamos planificar", indicó. No ocultó las dificultades financieras que arrastra para gestionar una gigantesca organización cultural, repartida en cuatro palacios, que recibe entre un millón y 1,5 millones de visitantes al año y programa 30 exposiciones temporales y 15 producciones en el exterior."Seguro que, pese a la crisis financiera, que reduce las visitas, no vamos a subir el precio de las entradas", afirmó Gusiev. "Tenemos una Asociación de Amigos que nos ayuda a la edición de catálogos y a otras actividades". Montar las exposiciones de Palma ha supuesto un desembolso de 30 millones de pesetas que han asumido el Ayuntamiento de Palma y la entidad de ahorros Sa Nostra.
Malevich, "el símbolo de su tiempo" para los expertos rusos del museo de San Petersburgo (que tutela la mayor parte de sus creaciones desde 1936), está representado exclusivamente en el Centro Cultural de manera que se evidencie "su compleja evolución de la concepción del mundo". Algunas obras salen por primera vez de las dependencias del museo y la mayoría es la primera vez que se ven en España. Sobresale la presencia del cuadro Composición con Gioconda.
"Todos los pintores rusos de la primera década del siglo XX se sintieron atraídos, de una manera u otra, por Picasso y Cézanne, por el cubismo y el futurismo", anota Eugenija Petrova, subdirectora del museo. Tras el entusiasmo vino la búsqueda de vías y conceptos propios para transformar, negar o construir las formas de expresión.
Babelia
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