La Junta dice que el sellado de la balsa de Boliden evitará filtraciones

El consejero de Industria, Guillermo Gutiérrez, salió ayer al paso de los temores expuestos por ecologistas y científicos tras conocerse el martes que la balsa minera de Aznalcóllar deja escapar desde su rotura, el 25 de abril de 1998, aguas ácidas con altas concentraciones de metales pesados en disolución. Gutiérrez indicó que el proyecto de sellado propuesto por la empresa propietaria de la explotación, Boliden, incluye la construcción de un profundo muro que aislará el depósito, que aún alberga unos 10 hectómetros cúbicos de residuos tóxicos, y evitará nuevas filtraciones. Sin embargo, los ecologistas y los directores conservadores del entorno de Doñana consideran que el proyecto de la empresa no ofrece suficientes garantías.Gutiérrez explicó que el contrafuerte atravesará el suelo en el que se aposenta la balsa siniestrada hasta hundirse en la capa de las margas azules, una zona de arcillas en las que Eptisa, una consultora contratada por Boliden, situó el deslizamiento subterráneo que, supuestamente, provocó la rotura.

Además, Gutiérrez recordó que el sellado no se ha iniciado porque los peritos judiciales aún están tomando muestras en los alrededores del boquete de 60 metros por el que se desparramaron los lodos tóxicos al valle del Guadiamar.