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GUERRA EN YUGOSLAVIA El debate en EEUU

El Pentágono desconfía

Los militares estadounidenses quieren ganar la guerra pero, como su compatriota Wesley Clark, el jefe militar de la OTAN en Europa, se quejan del corsé que la necesidad de consenso entre los líderes políticos de los países de la Alianza impone a las operaciones bélicas. Para evitar la repetición de Vietnam, el Pentágono adoptó la "doctrina Colin Powell", según la cual EE UU sólo debe emprender acciones militares en las que los objetivos estén muy claros y el uso desde el primer momento de todo su peso militar garantice la victoria.El Pentágono cree ahora que en Kosovo no se sigue esa doctrina, que los objetivos son confusos y los medios se van improvisando en función de los acontecimientos. Para dejar claro su descontento filtró que, en contra de lo expresado por Albright, advirtió a Clinton de que unos cuantos días de bombardeos no bastarían en Yugoslavia.

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Los militares norteamericanos siguen al pie de la letra las órdenes de su comandante en jefe, el presidente Clinton. Pero la procesión va por dentro. Clinton no es muy querido en los cuarteles, donde se recuerda que se opuso a la guerra de Vietnam. Los militares tampoco se han olvidado que, en su primer mandato, Clinton intentó imponer a las Fuerzas Armadas la aceptación de los homosexuales proclamados, un asunto que se cerró con el establecimiento de la filosofía "no preguntes, no cuentes".

El caso Lewinsky tampoco mejoró la popularidad del presidente entre los uniformados, que consideran que existe un "doble rasero": el comandante en jefe salió impune de su aventura con la becaria, mientras que muchos oficiales pierden sus galones por casos semejantes de adulterio.

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