La fotografía y el diseño gráfico de entreguerras definen un "arte nuevo"

Los fotógrafos y diseñadores gráficos de entreguerras formaron un estilo internacional, como ocurrió con la arquitectura de los años veinte y treinta. Horacio Fernández, profesor de historia de la fotografía, ha recopilado en los últimos tres años carteles, folletos, libros, revistas y periódicos entre 1919 y 1939 para ilustrar un trabajo "artístico, de investigación, nuevo y rompedor". La exposición Fotografía pública se abre hoy en el Reina Sofía.

La portada del primer número de la revista Sovetskoe Kino, de 1927, diseñada por Varvara Stepanova, con un hombre que realiza un travelín en patines, figura en la fachada del Museo Nacional Reina Sofía y en la portada del catálogo de la exposición Fotografía pública, 1919-1939. El comisario, Horacio Fernández, ha reunido mil trabajos de materiales impresos procedentes de colecciones públicas, como las del IVAM, de Valencia; del Museo de Tokio de Fotografía, y del propio Reina Sofía; de bibliotecas, como la Biblioteca Nacional y el Archivo Histórico Nacional, y colecciones y bibliotecas particulares, en especial la colección Merril C. Berman, de Nueva York. "Son los artistas y las imágenes que han cambiado el gusto y la estética de nuestra época", según Horacio Fernández. El Lissitzky, Rodchenko, Heartfield, Moholy-Nagy, Stepanova, Brassai, Evans, Munari, Renau, Casas, Paniagua, Capa, Bresson, Álvarez Bravo y Modotti son algunos de los fotógrafos, diseñadores gráficos, fotomontadores, cartelistas y publicistas que en la época de entreguerras realizaron los mayores cambios a través de las artes gráficas, hasta identificar la cultura visual de este siglo.

Un espacio urbano

"Todos ellos forman un estilo internacional moderno con los temas del momento a través de los nuevos medios de comunicación", declara Horacio Fernández. "También son los que experimentan nuevos procedimientos, como la fotografía directa, la fotografía sin cámara, el montaje fotográfico o el concepto de tipo-foto. Es una época internacional donde la fotografía no está dominada por el periodismo y las publicaciones permiten un trabajo artístico, de búsqueda de lo nuevo y rompedor, que sorprende a los lectores a través de carteles o revistas". La exposición, según el comisario, rompe el esquema de la alta y baja cultura, ya que en las publicaciones de diversos países colaboran artistas de gran calidad, en un momento en que la pintura "vuelve al orden", que se difunden en los medios de comunicación masiva.

El montaje, realizado por el diseñador industrial Alberto Liévore y concebido como un espacio urbano, con un collage sonoro de Pedro G. Romero, se inicia con un contexto histórico con materiales, sobre todo libros y revistas, de aspectos de la fotografía, entre el final de la I Guerra Mundial y el comienzo de la Segunda. En las vitrinas del segundo espacio se ha reunido el material por temas concretos, como la mirada, el cuerpo, la ciudad, la naturaleza, la técnica y el trabajo, donde se mezclan los autores y la procedencia de las publicaciones. Las imágenes de las obras expuestas y las 640 ilustraciones que contiene el catálogo se proyectan al fondo de la sala.

El diseñador gráfico Fernando Gutiérrez, autor de la maqueta original de El País de las Tentaciones, es el director de arte del catálogo. "La exposición debe servir de inspiración y de criterio de mostrar un valor. En esta época del todo vale aquí hay una muestra de artistas y comunicadores comprometidos con su entorno", declaró ayer. "Son diseñadores que tienen a su alcance una tecnología muy básica pero que en ese momento era punta y la usaron para expresar sentimientos a nivel popular, para llevar un mundo estético y un gusto artístico a la gente".

Del "espíritu visual y la energía visual" que desprende el material expuesto participa el diseñador Alberto Liévore al plantear el montaje, donde incluye unas sillas en homenaje a un modelo de El Lissitzky. "El montaje refleja mi deuda con estos artistas del primer tercio del siglo. Se plantea una mirada pública y la ciudad como escenario, al presentar de forma evidente una situación constructivista sin caer en el folclor". En el espacio urbano, Liévore plantea la construcción de los paneles como edificios y la iluminación de abajo arriba, de "forma expresionista para dar cierto dramatismo".

La exposición, producida por el Reina Sofía, permanecerá en la tercera planta del museo hasta el 29 de junio, para viajar después al Museo de Bellas Artes de Bilbao y al Centro Cultural La Rioja, de Logroño. Además de esta muestra, el museo abre hoy, en el Espacio Uno, un montaje de Daniele Buetti (Friburgo, Suiza, 1956), que, según el comisario, Rafael Doctor, "refleja nuestro deseo de fundirnos con las grandes y mediáticas tragedias humanas".