El Senado italiano aprueba la excarcelación de los presos con sida

El Senado italiano aprobó ayer un proyecto de ley que puede revolucionar la vida de miles de enfermos de sida presos en las cárceles del país. El texto, que deberá ser ratificado también por la Cámara de Diputados antes de entrar en vigor, abre las puertas de las prisiones de todo el país a los enfermos de sida que cumplen condena en ellas. Los enfermos cumplirán una detención domiciliaria en lugar de la cárcel.

Se trata de una modificación del artículo 275 de la ley de Procedimiento Penal italiana, que pasa a considerar incompatible con la detención carcelaria una enfermedad de la gravedad del sida. Al proyecto de ley, presentado por Francesca Scopelliti, parlamentaria de Forza Italia, se habían añadido nuevos artículos a propuesta de Luigi Manconi, de los Verdes, y de Ersilia Salvato, diputada del Partido de los Demócratas de Izquierda (DS).La Cámara de los Diputados ya había votado favorablemente a la nueva ley, pero será necesario que los diputados se pronuncien de nuevo sobre el texto, ya que el Senado ha introducido algunas modificaciones. Entre los añadidos hechos por el Senado figura la propuesta presentada por un parlamentario del Partido de Refundación Comunista (PRC), que prevé también sustituir las penas de cárcel por trabajo social a los aquejados de sida con penas superiores a tres años de cárcel (la mínima en Italia para ir a prisión).

La nueva normativa sustituirá la prisión por el arresto domiciliario para los enfermos de sida y para todas aquellas personas aquejadas de enfermedades graves del sistema inmunológico, e incluye, por supuesto, a los enfermos terminales. En casos en los que la peligrosidad del caso así lo aconseje, los jueces podrán disponer que el condenado cumpla la pena en un lugar próximo al centro sanitario. En la sesión de la Cámara Alta sólo los senadores de Forza Italia, el partido presidido por Silvio Berlusconi, se abstuvieron de votar el proyecto de ley junto a algún parlamentario de Alianza Nacional.

El ministro de Justicia, Oliviero Diliberto, se felicitó ayer por la decisión del Senado, que calificó de "signo de civilización". Los portavoces de dos asociaciones (Antígona y Lila) que se ocupan de la situación de los presos con sida en Italia se mostraron satisfechos con el texto de la ley. Para Antígona, lo importante es que la Cámara de Diputados se pronuncie cuanto antes sobre el texto. "Los largos tiempos parlamentarios sólo producen muertos", comentó su portavoz.

Un aspecto del proyecto que no ha gustado a otra asociación, la Liga de Protección contra el Sida, es la discrecionalidad de su aplicación, que queda en manos de los jueces. A juicio de la Liga, este punto podría dar lugar a grandes diferencias de interpretación.