El Parlamento yugoslavo pide la integración a la unión entre Rusia y Bielorrusia

ENVIADO ESPECIAL, El Parlamento federal de Yugoslavia votó ayer en Belgrado, por unanimidad, la adhesión del país a la unión de Rusia y Bielorrusia. No obstante, el Gobierno de la segunda república yugoslava, Montenegro, no acepta esta decisión, que el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, calificó de "gran paso histórico". Al mismo tiempo, El Ejército, una publicación oficial de las fuerzas armadas de Yugoslavia, admite, por primera vez, la posibilidad de aceptar en Kosovo fuerzas de Rusia, Ucrania y Grecia, como única opción "a corto plazo" y piensa que Occidente busca una solución para salvar la cara.

Con gran solemnidad y despliegue de manifestantes, a las puertas del viejo edificio del Parlamento federal de Belgrado, los diputados de las dos cámaras aprobaron por unanimidad adherirse a la unión que forman Rusia y Bielorrusia. La decisión se trata de un gesto más bien simbólico, un intento del régimen de Belgrado de unir su suerte, de forma demostrativa y palpable, a los hermanos eslavos y dar un portazo a todo lo que huela al Occidente agresor.La idea de sumarse a la unión de Rusia y Bielorrusia partió en las últimas semanas del ultranacionalista viceprimer ministro de Serbia, Vojislav Seselj, que ayer vio cumplido su sueño. Seguidores de Seselj atravesaban ayer a media mañana el puente sobre el río Sava, provistos de banderas, para acompañar con sus gritos de júbilo la resolución del Parlamento. Tomada la decisión por unanimidad, los presidentes de las cámaras acudieron a comunicar la buena nueva a Milosevic. El hombre fuerte del régimen declaró, según un texto que leyó la televisión oficial serbia, RTS, que la decisión supone "un gran paso histórico en el camino de integración, estabilidad, seguridad y paz, antes de entrar en un nuevo siglo".

En la búsqueda de un camino hacia la paz, o al menos de parar la guerra, llama la atención un artículo firmado con las iniciales S.R., en una publicación de las fuerzas armadas, El Ejército, aparecida el sábado. Por primera vez, se considera, e incluso se apoya como única opción posible, la presencia de fuerzas extranjeras en Kosovo. Se trata, eso sí, de tropas de dos hermanos eslavos, Rusia y Ucrania, pero también de Grecia, el único país de la OTAN al que todavía vitorean por las calles de Serbia.

El artículo lleva como antetítulo una pregunta: "¿Cuáles son las posibles opciones de la OTAN?" y de título: "La baza más fuerte ya está jugada". Según el autor, incluso dentro de la OTAN algunos países, como "Italia, Francia y en alguna medida Canadá se inclinan por una vía diplomática para resolver el problema en Kosovo". A la OTAN, tras fracasar en el intento de poner de rodillas a Belgrado, le quedan pocos remedios, escribe el articulista.

Primero: reconocer la derrota y parar los ataques aéreos. Eso sería una perdida total de credibilidad, por eso no escogen este camino.

Segundo: aumentar de repente la intensidad de las operaciones, con más ataques aéreos y más aviones. Para eso necesitan traer más aviones y tardarían unas semanas.

La tercera solución para la OTAN seria invadir Kosovo. Los analistas estiman que para esto se necesitarían tres divisiones (blindada, mecanizada y aérea) más tropas de apoyo. Se necesitarían de dos a tres meses. "En caso de una invasión a través de Macedonia, las víctimas del ataque a nuestra frontera serían numerosísimas. Existe otra posibilidad, la de atacar por tres caminos: desde Bosnia, Hungría y Macedonia. El periodo necesario para organizar este ataque es aún más largo, pero si sobre la guerra deciden los políticos como el presidente norteamericano, todo es posible".

La cuarta solución: continuar las negociaciones con Belgrado, pero la carta mas fuerte de la OTAN ya está sobre la mesa: Bombardearon Belgrado y no lograron cambiar la situación. La publicación escribe que "no existe ninguna posibilidad de que Yugoslavia acepte las tropas de la OTAN en Kosovo". No obstante, añade que, según los analistas del Oeste, "es posible que Yugoslavia acepte las fuerzas de Ucrania, Rusia y Grecia, pero, como dicen ellos, "eso pararía las matanzas, pero significaría un gran retroceso para la autonomía de los albaneses".

La clave del artículo viene, cuando el articulista llega a la conclusión de que "a la vista de todas las opciones citadas, sólo la última es factible a corto plazo", es decir la presencia de tropas de esos tres países.