Insonorización para cerrar más tarde

Los noctámbulos que frecuentan los bares de copas de la calle de Huertas y sus aledaños se pusieron ayer un pequeño lazo negro como señal de luto. Consideran que la movida madrileña está a un paso de desaparecer y acusan al reglamento de horarios, aprobado por el Gobierno regional, del PP, como el culpable del fin de la vida nocturna en la ciudad.A Eugenio, de 28 años, que trabaja en un taller de aluminio, le fastidia tener que volver a su casa a las 3.30 los sábados y los domingos. Asegura que son "contaditos" los locales nocturnos en los que puede tomar una copa tranquilamente con Esther, su pareja, una estudiante de ingeniería industrial de la Universidad Politécnica. "No nos gustan las discotecas, porque hay demasiado ruido y no podemos hablar entre nosotros. Nos gusta salir por los bares de copas, porque es más agradable", explica Esther.

Agustín Moreno, el propietario del bar de copas Claxon, de la calle de Huertas, opina que "el reglamento de la Comunidad establece agravios comparativos". "A las discotecas les dejan abrir hasta las 5.30, cuando se les exigen prácticamente las mismas condiciones de insonorización que a los bares de copas", explica. El propietario del Claxon asegura que se ha gastado unos 20 millones de pesetas en insonorizar su local. "Los vecinos no oyen la música del bar", asegura. Javier González, dueño del bar Cirros, que lleva 18 años con este negocio, explica que los vecinos que se quejan de los ruidos son "minoría". González solicita que la Comunidad liberalice los horarios de cierre cuando los locales cumplan con todos los requisitos para no molestar a los vecinos en su descanso. La policía local multa cada noche de fin de semana a estos bares por incumplir el horario de cierre de la Comunidad.