Las arquitectas desaconsejaron en 1997 apuntalar uno de los edificios
La documentación aportada por las arquitectas Mercedes Durbán Fornieles y María de la O Sánchez de Ybargüen, en distintas fases del proceso administrativo para lograr el beneplácito al proyecto de intervención en el edificio de la calle Bustos Tavera (números 35, 37, 39 y 41), encierra algunas contradicciones. En un escrito presentado el 17 de diciembre de 1997 ante la Gerencia de Urbanismo, precisan que la situación del inmueble del número 35 "se encuentra en estado de ruina total con peligro de caída inminente de los forjados y muros interiores". A ese estado contribuyó "el enorme daño causado por la construcción de la parcela colindante que ha apoyado completamente en la medianera calando en gran cantidad de porciones el grosor completo del muro". Las arquitectas advierten de que la viguería del edificio ha perdido "su capacidad portante, siendo tal el estado de descomposición que hace imposible soportar la más mínima presión". Sobre la fachada, indican que se trata del "único elemento estable", aunque matizan que "si se produce la caída de la primera crujía, como parece inminente, puede ser que no soporte el empuje de escombros que se produciría". Como resultado, piden a la Gerencia de Urbanismo que anule la orden de ejecución de obras de apuntalamiento y determine otra forma de intervención. En el proyecto de ejecución presentado en la Gerencia más adelante resumen la situación del edificio número 35 con otros matices: "Se produjo su caída prácticamente total a finales de 1994, a excepción de la fachada que está en condiciones aceptables".
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