"Es un caso completamente aislado", asegura la Comunidad

El coordinador de servicios de la Dirección General de Salud Pública, José Jover, aseguró ayer que la meningitis que ha acabado con la vida de María Dolores Acuña, de 23 años, "es un hecho absolutamente aislado". Por lo pronto, sólo los familiares de la fallecida y los amigos íntimos tomarán medicación para evitar que, en caso de haberse contagiado, se les declare la enfermedad.El instituto de formación profesional donde estudiaba la fallecida (el María Zayas, en la calle del Romero, en Majadahonda) no se cerrará en el reinicio de las clases, la próxima semana. Los especialistas autonómicos consideran que no hay peligro de contagio y que la clausura fomentaría "sin sentido" la alarma entre la población. "Esto no es una guardería en donde los niños se tocan más; no hay peligro", dice Jover. El coordinador regional no quiere juzgar la labor del médico que atendió a María Dolores. "Es un compañero y no quiero hacerlo. Si la familia se siente agraviada tiene todo el derecho a denunciarlo, y será el juez quien decida", explicó.

Cuatro muertos en un año

Desde que se inició el año, cuatro personas han muerto por meningitis. Los tres primeros fallecimientos se registraron a principios de año. El 26 de enero perdió la vida en el hospital Gómez Ulla una joven de 24 años de Fuenlabrada. Cuatro días después fallecía otra chica, en esta ocasión de 20 años, también de la misma localidad. Tampoco la Consejería de Sanidad habló de brote o de epidemia, ya que las dos jóvenes ni se conocían, ni vivían en la misma calle, ni frecuentaban los mismos sitios. También a finales de enero falleció en Móstoles un niño de dos años aquejado de meningitis tipo C. El pequeño no estaba vacunado. Probablemente, tampoco las dos jóvenes, ya que la campaña de vacunación que se llevó a cabo en 1998 sólo se refirió a niños y jóvenes de 18 meses a 19 años.