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El FBI busca al autor del virus 'Melissa', que afecta ya a 100.000 ordenadores

El virus informático Melissa se alimenta a sí mismo y multiplica su efecto según pasan las horas. Los últimos datos elevan a más de 100.000 el número de ordenadores afectados. Un detective experto en delitos informáticos cree haber localizado al autor del virus a través de las huellas digitales que éste ha dejado en el archivo contaminado. La policía federal (FBI) investiga con ayuda de ese profesional el origen de Melissa, que ya es el virus más activo y rápido de la historia de los ordenadores.El diario The New York Times ha desvelado que un experto informático de Massachusetts ha facilitado al FBI esas huellas digitales. Se trata de Richard Smith, el mismo que descubrió hace poco tiempo cómo un error de programación en el Microsoft Word permite identificar al autor de cualquier texto escrito con este programa. El hilo de una de estas huellas dejadas en un archivo contaminado por Melissa conduce a un misterioso programador que se pasea por Internet con el seudónimo de VicodenES; de él sólo se sabe que ya creó un virus en el 97.

La legislación de EEUU considera un delito federal, penado con multas de hasta 250.000 dólares (37,5 millones de pesetas) y 10 años de cárcel, la creación y distribución de virus informáticos.

Cuando Melissa se activa aparece el mensaje "W97M- Melissa-Creado por Kwyjibo". Este seudónimo no está elegido al azar: hace referencia a un episodio de la serie de televisión Los Simpson en el que Bart consigue ganar una partida del juego Scrabble (palabras cruzadas) empleando justo ese término inventado, Kwyjibo. Además el virus provoca la aparición de otro mensaje cuando la hora del día se corresponde con la fecha de la infección (por ejemplo, si fue el 30 de marzo, a las 3:30). Entonces se lee: "22 puntos, más triple tanto de palabra, más 50 puntos por usar todas las letras. Se acabó el juego. Me voy".

Melissa llega al ordenador en forma de correo electrónico con un remite conocido, lo que hace más fácil picar. En el mismo mensaje aparece un archivo (list.doc) que puede abrirse con el procesador de textos Microsoft Word. Al abrir este archivo, el virus ejecuta una serie de operaciones para extenderse, pero no daña al ordenador: lee los 50 primeros nombres de la libreta de direcciones y envía a cada uno de ellos un mensaje contaminado. Grandes empresas, como la mismísima Intel -el mayor fabricante de microprocesadores del mundo-, ya han sufrido el acoso de Melissa.

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