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RELEVO PRESIDENCIAL EN ASUNCIÓN

El ex presidente de Paraguay logra el asilo de Brasil tras buscar refugio en su Embajada

ENVIADO ESPECIALTemeroso de las nuevas autoridades y tras conocer que un juez había ordenado su detención, el ex presidente paraguayo Raúl Cubas, que dimitió el domingo, buscó ayer refugio en la Embajada brasileña en Asunción y pidió asilo político, que le fue concedido de inmediato. Casi al mismo tiempo, su amigo y aliado, el ex general golpista Lino Oviedo, lograba también que el Gobierno argentino le concediese asilo tras huir el domingo en avión con su familia. Ambas noticias enfadaron a los partidarios del nuevo Gobierno, ávidos de revancha contra el tándem Oviedo-Cubas.

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Brasil actuó con rapidez. Después de concederle el asilo, el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso envió un avión de la Fuerza Aérea a Asunción para recoger a Cubas, si el nuevo Gobierno de Paraguay, presidido por Luis González Macchi, autoriza su salida del país. "El avión ya partió hacia Asunción y el embajador ha sido encargado de realizar los trámites necesarios para conseguir el permiso de las autoridades paraguayas [para llevar a Cubas a Brasil]", indicó una fuente oficial brasileña. En el peor momento de la crisis paraguaya, el fin de semana pasado, Cardoso telefoneó a Cubas y le sugirió que dimitiese para evitar un baño de sangre, según las fuentes consultadas. A cambio, Cubas recibió garantías de que se le concedería asilo político, lo que el Gobierno brasileño cumplió ayer con celeridad.Del otro lado, la resolución que ampara al exgolpista Oviedo lleva la firma de todos los ministros del Gobierno del presidente argentino, Carlos Menem, a excepción, según algunas fuentes, del vicepresidente Carlos Ruckauf. Una delegación de parlamentarios paraguayos con el procurador general del Estado, Jorge Vasconsellos, al frente, se encontraba en Buenos Aires para tratar de obtener la entrega del golpista Oviedo.

El detonante de la huida de Cubas a la Embajada brasileña fue la petición del fiscal general a un juez de que del presidente dimisionario fuese detenido inmediatamente para impedir su juramento como senador vitalicio, lo que le hubiese otorgado inmunidad.

El presidente argentino y el general paraguayo Oviedo mantienen una estrecha amistad, que ha quedado reflejada en varias ocasiones en los medios de comunicación. Algunas emisoras de radio de Asunción reproducían la transmisión de un acto del pasado 23 de septiembre, donde podía escucharse los vivas "al presidente y amigo Carlos Menem" de boca de Lino Oviedo. El general que protagonizó una intentona golpista en abril de 1996 estaba detenido por orden de un juez argentino por entrada irregular en este país a través del aeropuerto de San Fernando, a 40 kilómetros de Buenos Aires, adonde llegó a bordo de un avión bimotor procedente de Paraguay. Inmediatamente pidió asilo político. Ayer se supo que Oviedo se ha trasladado a la hacienda de un amigo del presidente Menem.

Acusado de homicidio

Oviedo enfrentaría en su país la vieja condena a 10 años de cárcel que le impuso la Corte Suprema de Justicia y que cumplía en una guarnición militar hasta que fue liberado por orden del presidente Cubas el pasado 18 de agosto. El juez Gustavo Ocampos abrió un nuevo proceso contra el general por homicidio por omisión, en relación con los graves incidentes del viernes pasado en la plaza del Congreso, que causaron la muerte de seis personas. Francotiradores no identificados, supuestamente contratados por sectores oviedistas, dispararon contra los manifestantes que exigían la dimisión de Cubas. El juez Ocampos ha dictado por la misma causa la detención del ex presidente y de altos cargos del anterior Gobierno.Las noticias en torno a Oviedo y Cubas opacaron el primer día de Luis González Macchi como nuevo presidente de la República, dedicado esencialmente a nombrar a los miembros de su Gabinete. La primera duda todavía no resuelta es si formará un gobierno monocolor del Partido Colorado o dará entrada a ministros de otras fuerzas políticas. Aclarado este punto, el debate será en torno a la permanencia de Macchi en el poder. En otras palabras, si convoca elecciones presidenciales en un plazo entre tres y seis meses, o se constituye en continuador del mandato de Raúl Cubas, que expirará el año 2003.

Las Fuerzas Armadas, que el domingo por la tarde estuvieron muy cerca de intervenir en la crisis, han comprometido su lealtad al nuevo presidente. Cubas se marchó acosado por un amplio sector de la población, por la mayoría de la clase política, y, sobre todo, por la recomendación de los embajadores de Estados Unidos, en primer lugar, de Brasil, en nombre de Mercosur, y de España, a la cabeza de la Unión Europea. Todos ellos adversarios demasiado poderosos para atrincherarse en el palacio presidencial con el apoyo de alguna guarnición.

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