Straw decide hoy si Pinochet sigue detenido en Londres
El ministro del Interior del Reino Unido, Jack Straw, estudió este fin de semana tres salidas posibles tras el fallo de los lores que negó la inmunidad al general Augusto Pinochet sólo por delitos de tortura cometidos a partir del 8 de diciembre de 1988. Una de esas alternativas es aprovechar la sentencia y dejar marchar al ex dictador. Para evitarlo, el juez español Baltasar Garzón se apresta a enviar a Londres otros 10 casos de tortura a partir de finales de 1988.
Hoy, a las 10.30 en Londres (11.30, hora peninsular española), tendrá lugar una vista en el Alto Tribunal de Justicia, ante el juez Laws, que quedó aplazada desde la tarde del miércoles 24 de marzo. La defensa de Pinochet ha planteado, por un lado, un recurso de habeas corpus contra la detención del ex dictador y, por otro, un recurso de revisión judicial de la resolución adoptada por el ministro del Interior, Jack Straw, el 9 de diciembre de 1998, por la cual autorizaba el procedimiento de extradición por los delitos de asesinato, conspiración para asesinar, tortura, conspiración para torturar, toma de rehenes y conspiración para toma de rehenes. El abogado Clive Nicholls señaló el miércoles que la decisión de los lores ha golpeado la resolución de Straw, por lo que solicita su revocación.Straw ha contratado, tras la decisión de los jueces lores, a un nuevo abogado externo para llevar el caso. Se trata de una de las estrellas del firmamento jurídico británico, el queen counselor Jonathan Sumption, un hombre que factura 900 libras esterlinas por hora en los casos comerciales (unas 225.000 pesetas). Sumption dijo el miércoles 24 en el Alto Tribunal de Justicia que Straw adoptaría alguna decisión tras leer el fallo de 120 folios de los lores.
Cada uno de los seis lores que votaron a favor de quitar la inmunidad de Pinochet a partir del 8 de diciembre de 1988 por los delitos de tortura y conspiración para torturar señalan al terminar su fallo, en palabras más o menos parecidas, que el ministro del Interior, a la luz de las nuevas circunstancias en las que el caso se ha reducido drásticamente, debe reconsiderar su posición.
Incluso el más radical de los seis, lord Millet, que votó a favor de quitar la inmunidad a Pinochet por los delitos de tortura y conspiración para torturar desde 1973, señala que se debe revisar.
Nueva interpretación
La decisión adoptada por Straw el 9 de diciembre de 1998 ha quedado afectada en tres aspectos. El primero es que Straw, en el punto número 15 de su resolución, se basó en la interpretación hecha por lord Bingham, presidente del Alto Tribunal de Justicia, el 28 de octubre, en el sentido de que "lo que se necesita es que en el momento de la petición de extradición el delito sea una conducta criminal aquí".Los jueces lores han cambiado esta interpretación y han afirmado que los delitos de tortura imputados a Pinochet, para ser considerados delitos de extradición, debían ser una conducta criminal perseguible extraterritorialmente en el Reino Unido en el momento en que ocurrieron en Chile. Por ello, han resuelto que no estaba vigente el principio de doble criminalidad (delito en España y en el Reino Unido) hasta el 8 de diciembre de 1988, lo que permite a Pinochet no responder penalmente por los delitos de tortura y conspiración para torturar anteriores a esa fecha.
El segundo punto de la decisión de Straw que queda anulado es el que se refiere a los delitos (punto número 13). De su resolución queda solamente tortura y conspiración para torturar. Y tercero, también el punto 17, en el que Straw rechazó la presunta falta de imparcialidad de uno de lo jueces lores en el anterior fallo (lord Hoffmann), quedó destruida, ya que se ha cancelado el citado fallo y se ha ordenado, por una apariencia de parcialidad, repetir el juicio sobre la inmunidad. Straw estudió este fin de semana nuevamente el caso. Una de las alternativas es hacerse eco de la petición de los jueces lores, considerar una victoria moral el fallo y revocar su decisión para dejar marchar a Pinochet a casa en el avión de la Fuerza Aérea Chilena que espera en una base aérea, la de Briz Northon, próxima a Londres; otra es la de modificar su resolución en el sentido de que solamente siga adelante por tortura y conspiración para torturar.
A las 10.30 de hoy, hora de Londres, están citadas las partes, pero Straw puede anunciar antes de esa hora su posición. La policía de Surrey, como ya ocurriera con anterioridad, tiene instrucciones para un dispositivo de seguridad en caso de que Pinochet pueda viajar hoy a Santiago de Chile.
Un proceso endiablado
Jack Straw ha dicho una y otra vez que su papel en esta fase del procedimiento es "casi judicial", ya que, sólo en el caso de que se decidiera por los tribunales británicos la extradición de Pinochet, el asunto volvería a su mesa y podría utilizar la discrecionalidad política que le confiere la ley interna para dar su última palabra, incluso apelando a razones humanitarias. Se está, todavía, en esa fase "casi judicial".Si Straw revoca su autorización del procedimiento de extradición y decide dejar que Pinochet se vaya, haciéndose eco de la indicación explícita a reconsiderar el caso de los lores, el ex dictador podría marcharse inmediatamente, hoy mismo.
Pero en el caso de que Straw resuelva seguir adelante con su autorización sólo en lo que se refiere a tortura y conspiración para torturar a partir del 8 de diciembre de 1988, se abriría el llamado proceso de revisión judicial presentado el pasado miércoles 24 por la defensa del ex dictador en el Alto Tribunal de Justicia. Este recurso paraliza completamente todo el procedimiento de extradición -bloqueado hasta ahora ante la nueva decisión de los jueces lores- hasta su resolución. Si el Alto Tribunal de Justicia rechaza finalmente, tras varios meses, la revisión judicial, se estima que el procedimiento de extradición no podría comenzar hasta el próximo otoño. Si el magistrado a cargo del procedimiento resuelve finalmente enviar a Pinochet a España, el ex dictador puede recurrir ante el Alto Tribunal de Justicia mediante un recurso de habeas corpus. El resultado de éste, a su vez, puede ser apelado, por defensa y acusación, ante la Cámara de los Lores. Si el caso vuelve al ministro del Interior, éste debe comunicar a la defensa de Pinochet que piensa enviarlo a España para que puedan alegar nuevamente.
Finalmente, una vez que el ministro resuelve, si decide enviar al ex dictador a España, la defensa de éste puede pedir nuevamente la revisión judicial ante el Alto Tribunal de Justicia.
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