La policía asesina a 20 maestros de origen albanés y se lanza a la quema de pueblos en Kosovo

La policía especial serbia y fuerzas paramilitares asaltaron ayer diversos pueblos en Kosovo. La táctica es sencilla: rodean la aldea, impiden la entrada o la salida de ella, y después saquean y queman las casas disparando contra sus habitantes. Diversas fuentes del Gobierno albanés y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), confirmaron una matanza ocurrida en tres pueblos donde las tropas asesinaron a sangre fría a 20 hombres, la mayoría de ellos maestros de escuela. La agencia albanesa añade que varios de los profesores fueron ejecutados delante de sus alumnos.

El ministro de Información de Albania, Fatmir Hakani, aseguró ayer en Tirana que las tres aldeas atacadas por las unidades especiales de Belgrado son Goden, Prush y Zylfaj, en el sur. "Nuestras informaciones apuntan a que 20 personas han sido asesinadas (...). Las víctimas eran intelectuales, profesores y maestros. Los serbios han quemado y destruido las tres aldeas. Allí ya no queda nadie", asegura Hakani en un comunicado oficial. En ese texto no se hace mención a un detalle escabroso recogido horas antes por un despacho de la agencia albanesa de noticias ATA, según el cual muchos de esos educadores fueron ejecutados delante de sus propios alumnos.El ACNUR, desde su sede de Ginebra, confirma de pleno todos estos datos. Su fuente es un grupo de 174 mujeres y niños procedentes de esos pueblos que cruzaron a mediodía de ayer la frontera con Albania. "Ellas aseguran que 20 hombres fueron ejecutados por las fuerzas de seguridad serbias y que pudieron ver los cadáveres en el suelo", informó ayer Kris Janowski, portavoz de esa agencia de la ONU.

Los testigos afirman que las tropas serbias llegaron durante la noche del jueves e impidieron la huida de sus habitantes. Poco después comenzaron a incendiar las casas y a disparar contra la gente. Las fuerzas serbias -policía y paramilitares enmascarados- separaron a los varones de las mujeres y los niños. Este último grupo fue enviado en dirección a la frontera con Albania.

Existe otra denuncia, esta vez no confirmada por fuentes independientes, que habla de una segunda matanza, en Suva Reka, donde 30 civiles fueron asesinados por los hombres de Slobodan Milosevic. Hay también informaciones de ataques de enmascarados en varios lugares de Kosovo. En Djakovina, los paramilitares atacaron varios negocios y causaron la muerte a dos personas. "La gente se ha encerrado en sus casas. Tienen miedo a salir de noche, que es cuando se producen los tiroteos", asegura un trabajador local de una ONG que vive en Djakovina. "No hay garantías de seguridad para nadie, pues los disparos son indiscriminados. Esto debe pararse".

Rotativo saqueado

La policía serbia atacó el miércoles por la noche el diario Koha Ditore. Los agentes mataron a un guarda y luego saquearon las dependencias del principal periódico de lengua albanesa de la provincia, según confirmó ayer el organización humanitaria Human Rights Watch. Vetón Surroi, editor del rotativo y signatario de los acuerdos de Rambouillet, ha tenido que huir, lo mismo que varios de los trabajadores de la publicación.Human Rights Watch también da cuenta del incendio de la sede de la Liga Democrática de Kosovo, uno de los principales partidos nacionalistas. Anoche, esta misma organización, informó de que se habían encontrado los cadáveres de un prominente abogado albanokosovar, Bajram Kelmendi, defensor de los derechos humanos, y de sus dos hijos, quienes habían sido retenidos por la policía serbia el jueves.

Son varias las personas que sostienen que numerosas tiendas pertenecientes a albanokosovares fueron asaltadas y saqueadas durante la noche del jueves, pero la ausencia de fuentes independientes que confirmen los hechos hacen difícil saber qué está pasando realmente en la provincia separatista. En la capital de Kosovo se concentra la mayoría de la población serbia, que representa el 25% del total de los vecinos.

La estrategia de acoso de Serbia no para en Kosovo. Portavoces de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) denunciaron anoche que un grupo de soldados serbios dispararon al aire en la aldea fronteriza albanesa de Xhorxha. Los militares albaneses desplegados en la frontera ante el temor de represalias serbias tienen orden de no responder a estas provocaciones.