Aclaraciones

Con respecto al artículo de doña Naiara Galarraga, publicado en el diario EL PAÍS del sábado 20 de marzo de 1999 y titulado Un hospital condicionó el aborto de una seropositiva a que aceptara esterilizarse, quisiera realizar algunas consideraciones: La dirección del hospital y el resto de la administración sanitaria debemos respetar dos derechos: el de la paciente que solicita una interrupción voluntaria del embarazo recogida en los supuestos legalmente admitidos, y el del facultativo que tiene problemas de conciencia para la realización de dicha interrupción.La dirección del hospital no sólo no le denegó la asistencia a la paciente, sino que se encargó, junto con otros organismos administrativos de la sanidad pública vasca, de asegurarle un centro donde poder realizarse la interrupción que deseaba. Por ello, me parece a todas luces injusto el atribuir al hospital dicha denegación.

En este sentido creo que hablar de "imposición" es un tanto parcial y tendencioso. Por tanto, quiero dejar claras tres cosas:

Que ni en éste, ni en ningún otro hospital de Osakidetza, se condiciona el aborto a que la mujer acepte la esterilización. Esto era lo que decía el titular y es absolutamente falso.

Que a la paciente se le realizó la interrupción voluntaria del embarazo sin que se le esterilizara, por lo que se han respeto sus derechos.

Que no se le ha obligado a ningún facultativo a realizar un aborto que considerara que era contra su conciencia, por lo que se han respetado los derechos de los facultativos.

Considero injusto el trato que ha recibido el hospital, y que mediante el encabezamiento del artículo y la utilización de términos como "imposición" puede confundir al lector. En realidad hemos puesto una especial atención en respetar los derechos de todas las personas implicadas y estimo que lo hemos logrado.-