LOS 'TORIES', FELICES
El Reino Unido recibe el impacto de la crisis abierta tras la dimisión de la Comisión en línea con la fractura que el proyecto europeo causa entre los principales partidos políticos. El primer ministro, el laborista Tony Blair, exige la salida de Jacques Santer "tan pronto como sea razonable y posible", y defiende la reelección de los dos eurocomisarios británicos, sir Leon Brittan y Neil Kinnock, cuyas actuaciones no han sido objeto de crítica en el informe de los sabios.Mientras, el líder conservador, William Hague, ha aprovechado la coyuntura para abundar en su euroescepticismo y demandar la devolución al Gobierno y al Parlamento británicos de buen número de las competencias transferidas a Bruselas.
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