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Un hospital condicionó el aborto de una seropositiva a que aceptara esterilizarse

El Defensor del Pueblo vasco investiga el caso

Naiara Galarraga Gortázar

El Ararteko (el Defensor del Pueblo de Euskadi) ha abierto una investigación sobre el caso de una seropositiva que acudió a un hospital público a abortar y se le impuso la ligadura de trompas como condición para interrumpir el embarazo. Xabier Markiegi, el ararteko, reclamó el pasado día 9 al Servicio Vasco de Salud todos los detalles del caso para contrastar la información con la queja presentada días antes por ocho asociaciones antisida.La paciente, una seropositiva de 33 años embarazada de unas tres semanas, acudió el pasado febrero al hospital público de Galdakao (Vizcaya) con la intención de abortar, acogiéndose a uno de los supuestos legales. Ella rechazó la condición de esterilizarse y acudió a otro centro público vizcaíno, Cruces (Barakaldo). Pero los ginecólogos de allí, como suelen hacer en casos de aborto, se negaron a realizarlo por motivos de conciencia. Al final, fue intervenida en una clínica concertada.

La queja al ararteko incluye la copia de un escrito del hospital sobre este caso en el que se "informa de la decisión hospitalaria de realizar la IVE [interrupción voluntaria del embarazo] sólo junto a la LDT [ligadura de trompas]".

El director médico del hospital donde ocurrieron los hechos, Enrique de la Puerta, reconoció ayer que alrededor de media docena de ginecólogos del centro ponen como condición la esterilización a las pacientes que "por experiencia y práctica cotidiana" consideran que recurren "al aborto como método anticonceptivo". De la Puerta insistió: "Dicen que si no tienen pruebas objetivas de que no lo van a usar como método anticonceptivo prefieren no hacerlo".

Media docena de médicos

Son actuaciones decididas individualmente por los médicos, que en esos casos se acogen a la objeción de conciencia, subrayó De la Puerta. Y aseguró que de ninguna manera es una política de la Sanidad vasca ni del Hospital de Galdakao porque, recalcó, las que entran en los supuestos legales tienen garantizado el aborto.

Hace ya unos dos años y medio que este grupo de médicos de Galdakao comenzó imponer la esterilización en ciertos casos, según el director médico del centro. Explicó que las embarazadas a quienes se les exige suelen ser personas de hábitos desordenados que "a menudo, aunque no siempre" suelen ser drogadictas e infectadas por el VIH que "reclaman abortos hasta cuatro veces". El documento hospitalario del caso denunciado indica que es una seropositiva "sin hábitos tóxicos" que toma la medicación antisida de manera "irregular".

El plazo dado por el Ararteko a Osakidetza para responder aún no ha concluido. "Si lo denunciado es cierto, estaríamos ante una discriminación en el acceso a las prestaciones sanitarias a las que tienen derecho todos los usuarios", dijo anteayer un portavoz del Defensor del Pueblo vasco.

El coordinador del plan vasco del sida, Daniel Zulaika, no se pronunció sobre el caso -"no tengo toda la información", dijo- pero insistió en que "los seropositivos deben recibir el mismo trato sanitario que los seronegativos". Explicó también que el riesgo de transmisión del sida de madre a hijo se ha reducido, en tres o cuatro años, del 15% al 5% actual.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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