Un supuesto dirigente paramilitar, asesinado a balazos en Belfast
Un presunto extremista protestante pereció ayer acribillado a balazos en una emboscada callejera en Belfast. El asesinato fue inicialmente interpretado como una revancha republicana tras el atentado que mató a la abogada católica Rosemary Nelson el lunes en Lurgan. Sin embargo, ninguna de las organizaciones paramilitares republicanas se atribuyó la responsabilidad del asesinato de Frankie Curry, un supuesto dirigente paramilitar de la banda protestante unionista Comando de la Mano Roja. Esa organización no está vinculada con los Defensores de la Mano Roja, autores del asesinato de Nelson.
Frankie Curry, de unos 40 años, había salido hace dos días de la prisión de Magilligan, situada cerca de Londonderry, tras cumplir una breve condena por un delito no relacionado con el terrorismo. Fue encarcelado por conducir de forma irresponsable. Curry murió asesinado por las balas de tres hombres que lo interceptaron en una calle vecina a Shankill Road, en Belfast Oeste, lo arrastraron hasta un aparcamiento y allí lo asesinaron de varios disparos en la cabeza, según dijeron fuentes de seguridad.Aunque las primeras conclusiones apuntaban como culpables a extremistas republicanos (en el Ulster han aparecido pintadas jurando venganza por la muerte de Nelson), anoche se afianzaba más bien la posibilidad de un ajuste de cuentas entre pistoleros unionistas. Hace algunos meses, Curry se vio forzado a abandonar la predominantemente protestante ciudad de Portadown tras recibir amenazas de las llamadas Fuerzas Voluntarias del Ulster (UVF), según dijeron fuentes protestantes.
El paramilitar asesinado era un destacado miembro de la organización protestante Comando de la Mano Roja, que anoche amenazó con vengar el asesinato de Curry. En los últimos meses, Curry había denunciado que otros grupos protestantes rivales le tenían en el punto de mira tras recibir acusaciones falsas que le vinculaban con los grupos Defensores de la Mano Roja y Fuerza Voluntaria Lealista.
El portavoz del Partido Democrático del Ulster (UDP), brazo político del grupo paramilitar protestante Luchadores de la Libertad del Ulster (UFF), John White, afirmó que es una "desgracia" que "una persona que ha dedicado su vida a la causa lealista haya sido asesinada por gente que se llama a sí misma lealista".
La policía norirlandesa también atribuyó el asesinato a grupos lealistas rivales. Pero manifestó que la muerte a balazos de Curry parecía, en principio, no tener ningún tipo de relación con el asesinato de la abogada católica.
Sea cual fuere el verdadero móvil del más reciente asesinato en el Ulster, éste magnificó los temores de una nueva ola de violencia y campañas de venganza que podrían asestar el golpe de gracia al tambaleante proceso de paz en Irlanda del Norte.
Invitados por el presidente de EE UU, Bill Clinton, a Washington para celebrar el Día de San Patricio, políticos de la mayoría de las fuerzas del Ulster iniciaron ayer contactos para tratar de rescatar el proceso firmado el Viernes Santo del año pasado para poner fin a tres décadas de conflicto.
El proceso está estancado por la negativa de los protestantes del Partido Unionista del Ulster (UUP) del primer ministro designado, David Trimble, a ceder puestos en el nuevo Gobierno al Sinn Fein si su brazo armado, el Ejército Republicano Irlandés (IRA), no depone primero las armas.
Ánimos caldeados
Los ánimos están caldeados. Sospechas de los nacionalistas de que pudo haber participación de algunos miembros de la policía en el asesinato de la católica Rosemary Nelson han obligado al Royal Ulster Constabulary (RUC) a organizar una investigación "independiente" con la participación de agentes de la policía británica y del FBI.
La insistencia de Trimble (en parte, por la gran presión de sectores que se oponen al proceso de paz) a que el IRA entregue sus arsenales mantiene las conversaciones bloqueadas y el Gobierno de Londres, copatrocinador del proyecto junto con el de Dublín, ha dado un virtual ultimátum para formar un nuevo Gobierno para el Ulster en la semana que comienza el 29 de marzo. [Anoche, durante un enfrentamiento entre protestantes y católicos se lanzaron varias bombas incendiarias contra una comisaría de policía en Portadown sin que se produjeran heridos, informa Reuters.]
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.