Marín anuncia que deja la política "porque es muy mezquina"

El comisario Manuel Marín confirmó ayer que deja temporalmente la política "porque es muy mezquina". Pese a los buenos réditos de popularidad que en España le ha significado el estar durante meses en el ojo del huracán de la crisis de la Comisión Europea, Marín afirmó que no encabezaría las listas del PSOE al Parlamento Europeo "aunque me lo pidiera el partido"."Me he propuesto dejar la política durante un tiempo y creo que voy a conseguirlo porque la política es muy mezquina y te das cuenta de eso cuando las cosas van mal", declaró a un grupo de periodistas. Relajado y satisfecho "porque el informe me ha exculpado de toda responsabilidad personal", tuvo también, como siempre, reflexiones melancólicas: "En los momentos difíciles te das cuenta de lo que es la soledad".

El otro comisario español, Marcelino Oreja, que hasta el último momento propuso plantar batalla al Parlamento y evitar la dimisión en bloque del Colegio de Comisarios, explicó el por qué de su cambio de actitud. "Ha sido un acto de responsabilidad. Ante la perspectiva de una moción de censura, seguir en la cuerda floja no hubiera sido responsable", explicó. "Dimitir también tiene su grandeza. Es un acto democrático", concluyó.

Jacques Delors, anterior presidente de la Comisión y señalado por los sabios como responsable de fondo de la situación actual por aceptar más trabajo sin exigir más medios, no quiso comentar la dimisión. "No tengo nada que decir, es un asunto de deontología y de solidaridad con mis colegas de la Comisión", dijo a las puertas de la Asamblea francesa.

En Londres, Tony Blair reclamó "una reforma radical" de la Comisión. El primer ministro portugués, Antonio Guterres, alertó contra "los egoísmos nacionales" y contra "la balcanización del Parlamento Europeo". El italiano Massimo d"Alema expresó la "viva preocupación" de su Gobierno.