Una fundación gestionará la restauración de la Catedral Vieja de Vitoria a partir del próximo mes

El edificio más singular del Casco Medieval de Vitoria tiene asegurada su superviviencia. La Catedral Vieja se encuentra en un estado avanzado de deterioro y recuperarla requiere una inyección de 4.000 millones de pesetas. La Diputación alavesa dio ayer el primer paso para costear un plan de financiación al aprobar un proyecto por el que pagará parte de las obras en diez anualidades de 130 millones. La reforma se terminará en 2009 y estará coordinada por una fundación en la que también participarán el Ayuntamiento y el Obispado. Su creación se prevé para abril.

El Ayuntamiento de Vitoria, según ha adelantado el alcalde, contribuirá con otros 100 millones durante cada uno de los diez años previstos para la restauración. El Obispado aportará una suma más discreta, "entre 30 y 40 millones anuales", anticipó ayer el diputado general, Félix Ormazabal. Además, la Diputación ha iniciado negociaciones con empresas privadas para que cierren el presupuesto de 4.000 millones en que se ha fijado la reforma. En principio, intervendrá en la fundación alguna caja de ahorros. La Diputación de Álava, responsable del patrimonio histórico de la provincia, también había invitado al Gobierno vasco para que se sumara a la fundación. Sin embargo, la respuesta ha sido negativa. El Ejecutivo autonómico prefiere realizar aportaciones a través de dos consejerías, Cultura y Vivienda. En total, su contribución será "de 60 a 80 millones anuales", según Ormazabal. Cultura participará en la restauración del edificio y la instalación de un museo en su interior, que sirva como punto de referencia del Casco Medieval vitoriano. El Departamento de Vivienda se involucrará en el proyecto para reordenar la zona, porque una de las obras principales de la Catedral se basa en separar el edificio de un conjunto de casas que se encuentran adosadas y realojar a algunos de sus ocupantes. La Diputación también anunció el año pasado que cursaría una invitación al Gobierno central para que participara en el ambicioso proyecto. De hecho, la Catedral congregó en mayo de 1998 a un centenar de expertos en un congreso internacional sobre restauración de catedrales góticas. Finalmente, el equipo de Félix Ormazabal ha explorado una vía indirecta para buscar recursos de Madrid: "Nuestro obispo piensa hacer una gestión allí, porque hay un fondo de restauración de catedrales gestionado a través de las comunidades autónomas y los obispados". "Esperanza no tengo ninguna, pero ojalá me equivoque", aclaró el diputado general. En cualquier caso, el futuro de la Catedral de Santa María se ha asegurado. El consejo de diputados firmó ayer un proyecto de norma foral, que se ratificará en las Juntas Generales, que servirá de germen a la futura fundación. "Queríamos dejarlo atado para esta legislatura", señaló Ormazabal. Este órgano se creará "antes de finales de abril". La Diputación aprobó establecer un crédito de 130 millones anuales a partir de 2000. Este año, de momento, sólo aportará 10 millones. 120 reformas Las obras más importantes comenzarán el año próximo. Seguirán las directrices fijadas por el Plan Director, un amplio documento elaborado durante dos años por 25 equipos de expertos en distintas especialidades. El estudio hizo, en primer lugar, una radiografía de los problemas que acucian a la Catedral, cerrada durante cinco años por el deterioro que presentaban sus paredes y cubiertas. Desde el inicio de su construcción, en el siglo XIV, ha sufrido 120 parcheos y reformas. La última de ellas data de 1967, cuando se maquilló el edificio tratando de que aparentara un estilo más gótico del que presentaba originariamente. Después de haber realizado un diagnóstico y un primer arreglo de urgencia durante los últimos cinco años, la Catedral Vieja se ha abierto al público durante tres meses, hasta finales del próximo mayo. La Diputación ofrece un itinerario que incluye la muralla medieval sobre la que se levantó el edificio y una exposición. Más de 6.500 personas han visitado el lugar durante las dos primeras semanas en que se ha reabierto Santa María.