Los Quince se encaminan hacia una reforma agrícola de mínimos para congelar el gasto contentando a todos
Los ministros de Agricultura de la UE se encaminan hacia una reforma de mínimos del actual sistema de ayudas como solución al bloqueo de las negociaciones. El aplazamiento de algunas reformas (como la del sector lácteo) o la reducción del alcance de otras (el vacuno) se perfilan como la mejor solución para cuadrar el círculo: dar luz verde a las reivindicaciones históricas de algunos países (España, Italia) y congelar el gasto, como exigen otros (Francia, Alemania). La presidencia alemana presentará hoy a los ministros una nueva propuesta de compromiso, en la que deberán figurar esas dos condiciones.El relajamiento general fue consecuencia de que la presidencia alemana presentara a los ministros un breve cuestionario sobre las reformas de la leche y el vacuno. En la primera se plantea la renuncia a la reforma o el aplazamiento de su entrada en vigor hasta el año 2003. En el vacuno se propone que los precios bajen un 20% en lugar del 30% que propone la Comisión Europea, con lo que bastaría dos tercios de las ayudas contempladas para compensar esa reducción.
La nueva situación ha sido bien recibida por dos de los principales contendientes, España y Francia. La ministra Loyola de Palacio la saludó porque ayer quedaron abiertas las puertas a que se respeten los avances negociadores conseguidos por España: un aumento de 550.000 toneladas en la cuota láctea española, 110.000 nuevas primas por el sacrificio de terneros machos y reconocimiento de que el rendimiento del cereal español se sitúa en 2,9 toneladas por hectárea.
El francés Jean Glavany también valoró positivamente la propuesta porque, a su juicio, "la presidencia alemana está trabajando con seriedad en busca de un acuerdo equilibrado". Francia considera innecesaria la reforma de la leche y apoya su supresión o aplazamiento -"si quieren hacer una tontería, cuanto más tarde se haga, mejor", enfatizó ayer Glavany- y porque Francia defiende que los precios del vacuno se reduzcan sólo un 15%.
La síntesis de la solución que se abre camino es que la gran reforma agrícola se quedará sólo a medio camino, con el peligro de que sean los países de Europa del Este los que se puedan ver perjudicados.
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