Varios estudios implican a las bacterias en las dolencias crónicas
Muchas enfermedades que hasta ahora se suponían causadas por la herencia o por el estilo de vida, desde los cálculos biliares hasta la artritis, pasando por las dolencias cardiacas, pueden deberse en gran parte a bacterias y otros agentes infecciosos, según las evidencias que han ido acumulándose en varios estudios científicos.Muchas de las evidencias son circunstanciales: que un microorganismo se detecte en los individuos que padecen una enfermedad, y no en los sanos, sugiere una relación causal, pero no la demuestra. Aun así, muchos científicos creen que los microorganismos tienen un papel crucial en el desarrollo de importantes dolencias, incluidas las afecciones cardiacas, tradicionalmente no achacadas a infecciones. La semana pasada se anunció el descubrimiento de un mecanismo molecular por el que los ratones pueden enfermar del corazón debido a una infección: una bacteria posee en su superficie unas proteínas similares a otras presentes normalmente en las células cardiacas, lo que puede engañar al sistema inmune para que ataque por error a éstas. Además, ciertas pruebas diagnósticas avanzadas han empezado a detectar bacterias en pacientes con otras dolencias crónicas.
De confirmarse la teoría, las implicaciones serían enormes. La principal sería que los antibióticos y las vacunas empezarían a ser de una gran utilidad para tratar enfermedades crónicas que actualmente no pueden más que paliarse, de modo poco satisfactorio, con cambios en el estilo de vida tales como hacer ejercicio y mejorar la dieta.
"Si los agentes infecciosos son responsables de algunas de estas dolencias crónicas, las perspectivas de tratamiento y prevención se verían alteradas radicalmente", dice Barry Bloom, decano de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
No hay causa única
Sin embargo, Bloom y otros investigadores advierten que no hay que echarle a las bacterias toda la culpa. Para la mayor parte de las enfermedades crónicas, los microorganismos son, probablemente, sólo una parte del rompecabezas. Y el uso generalizado y prolongado de antibióticos plantea numerosos problemas, entre ellos la posible aparición de cepas resistentes incluso a los fármacos más potentes. Anne Schuchat, directora de la sección de dolencias respiratorias de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de Atlanta, las afecciones crónicas son tan importantes para la sociedad que, aun cuando la contribución a ellas de las bacterias fuera pequeña, merecería ser estudiada a fondo.La revolución empezó hace cinco años, cuando se hizo evidente que las úlceras de estómago y de duodeno no están causadas por un exceso de secreciones ácidas en el conducto gástrico, como se había supuesto, sino por la bacteria Helicobacter pylori.
The Washington Post
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