El Gobierno emplaza al PNV a abandonar el frente nacionalista tras el comunicado de ETA

El Gobierno aprovechó ayer el comunicado difundido por ETA la noche del miércoles —en el que se elogia al PNV y EA por "caminar de forma cada vez más valiente en la construcción de Euskal Herria"— para emplazar de nuevo a los partidos que presiden Xabier Arzalluz y Carlos Garaikoetxea, respectivamente, a que se replanteen su permanencia en un frente nacionalista claramente guiado, en su criterio, por la banda terrorista. El portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, se dirigió al nacionalismo democrático, una vez conocido el comunicado, para pedirle que reflexione porque "está asumiendo claramente los postulados" de la banda terrorista, de los que "debe desvincularse".

Los tres folios de ETA, en los que la banda armada anuncia que mantiene la tregua indefinida pero advierte de que se reserva acciones de "autoabastecimiento" y "defensa", han sorprendido en La Moncloa. No por su contenido, sino por el hecho mismo de su publicación. No se contaba con él. Por el contrario, no han sorprendido las alabanzas que ETA dirige al PNV y EA. "Es la confirmación por la propia ETA de la conducta de los partidos nacionalistas, supeditada a la estrategia de Euskal Herritarrok (EH), que veníamos denunciando desde hace semanas", subrayaron en La Moncloa.

Piqué resaltó, en este sentido, que el Gobierno interpreta el comunicado como de "consumo interno", para "complacer a las bases de ETA", pero entiende que ante todo debe servir al nacionalismo democrático de reflexión por "hacer el juego" a la banda.

Más contundente se mostró el ministro del Interior. A juicio de Jaime Mayor, el comunicado demuestra que ETA es "el gendarme, la administradora y el fiscalizador del frente nacionalista". "ETA es la que manda y no le importa ridiculizar al PNV", agregó. Según el titular de Interior, la banda terrorista "pretende dar sensación de poderío, pero tiene enormes dudas y vacilaciones". Mayor añadió que da la sensación de que ETA no sabe qué camino tomar después de las elecciones municipales de junio.

Desde el Ejecutivo se destaca la ausencia en el comunicado de ETA de cualquier referencia al diálogo con el Gobierno. En el comunicado que publicó la banda el 21 de diciembre había referencias expresas al Gabinete de José María Aznar. ETA aseguraba entonces que aún no había establecido contactos con La Moncloa, mes y medio después de que el presidente autorizara los contactos con la banda para abordar la situación de los presos etarras y el cese definitivo de las armas. También señalaba que cualquier acuerdo de paz tendría que pactarse con ETA, que no renunciaba a la negociación política.

Las únicas referencias al Gobierno del nuevo comunicado son para denunciar su "agresividad". Para Piqué, es la constatación de lo que el Gobierno viene diciendo desde hace semanas, esto es, que ETA no busca la paz, "sino conseguir unos objetivos políticos". El Ejecutivo está convencido de que ETA no establecerá contactos para iniciar el proceso de paz antes de las elecciones del 13 de junio.

No obstante, en La Moncloa se considera positivo el hecho de que ETA reitere la continuidad de la tregua, si bien el comunicado de la banda subraya un dato negativo, dado a conocer hace tiempo por el propio Gobierno: la persistencia del impuesto de extorsión a los empresarios del País Vasco y Navarra.

No romper el puente

Para el Ejecutivo, es "indiscutible" que el destinatario del comunicado es el nacionalismo en su conjunto. En La Moncloa no hay duda alguna de la "incomodidad" que este texto supone para el PNV pues aclara que es la banda "quien administra la actuación del frente nacionalista". Aun así, Piqué destacó que Aznar no tiene intención de alterar su relación con el partido de Arzalluz. "Lo único que existe entre el Gobierno y el PNV", precisó, "es un mínimo clima de diálogo que permite que en algunas ocasiones el PNV se sume a la mayoría parlamentaria y en otras no, pero no hay ninguna ligazón ni orgánica ni institucional ni politica más allá de la voluntad del Ejecutivo de ser el último que rompa el puente de diálogo con los partidos nacionalistas moderados".

En cualquier caso, el Gobierno confía en la reacción interna que pudiera suscitarse en el nacionalismo democrático ante determinadas actuaciones del frente nacionalista, sobre todo en su actividad parlamentaria, de confrontación con las instituciones centrales.