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Turquía prohíbe la entrada en el Kurdistán de periodistas extranjeros

Juan Carlos Sanz

Dos periodistas daneses y un corresponsal de la agencia Reuters fueron retenidos el domingo por la policía en el aeropuerto de Diyarbakir y obligados a abandonar la capital del Kurdistán turco en el siguiente vuelo, como le había ocurrido horas antes a este enviado especial. Tras la detención del jefe guerrillero Abdalá Ocalan, el supergobernador de las provincias del sureste de Turquía sometidas a estado de excepción ha prohibido a la prensa internacional la entrada en la región, donde ayer se produjeron nuevas protestas. El Gobierno de Ankara también ha ordenado el cierre de su frontera con Irán tras las violentas manifestaciones antiturcas registradas en los últimos días en ese país.

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Pese a las proclamas oficiales a la prensa de que Ocalan tendrá un juicio justo y abierto, el Kurdistán turco sigue cerrado a cal y canto para los testigos extranjeros. Las informaciones de periodistas locales y de partidos nacionalistas kurdos apuntan a que la convocatoria a la huelga general lanzada ayer por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) fue ampliamente seguida en el centro de Diyarbakir. Los comerciantes cerraron las puertas de sus negocios como protesta por la detención de Ocalan, mientras la policía recorría las calles con megáfonos para exigirles que reanudaran su actividad. El día anterior, el PKK había sembrado las calles de panfletos en los que llamaba a una huelga general mientras amenazaba con considerar enemigos a quienes no la secundaran. La semana pasada se produjeron al menos dos manifestaciones, que se saldaron con medio millar de detenidosTurquía ha cerrado también su frontera por tiempo indeterminado en la región kurda de Irán, donde se han sucedido violentas manifestaciones contra la detención de Ocalan. El puesto aduanero de Esendre ha sido clausurado y el personal del consulado turco en la ciudad iraní de Urumie, escenario de violentas protestas antiturcas, ha quedado cerrado. En Sananday, también en el Kurdistán iraní, la policía disparó ayer al aire para disolver una marcha en favor de Ocalan, según la agencia Irna.

Entretanto, en la cárcel de la isla de Imrali, al oeste de Turquía, fiscales y agentes de los servicios secretos prosiguen su interrogatorio a Ocalan, quien según la legislación turca deberá comparecer mañana por primera vez ante los jueces del Tribunal de Seguridad del Estado (jurisdicción antiterrorista). El diario Hurriyet, al que se suponen buenos contactos con los servicios de seguridad turcos, informó ayer de que el líder del PKK ha declarado en los interrogatorios que el Gobierno de Atenas suministró armamento a su guerrilla. "Grecia siempre nos ha apoyado, incluso nos ayudó con armas y cohetes", reza una cita textual del detenido. Los periódicos turcos especulan también con que Ocalan habría lanzado un llamamiento al desarme del PKK en una grabación en vídeo aún sin emitir.

Turquía parece haber aprovechado el desconcierto griego tras la captura del jefe del PKK a las puertas de su Embajada en Kenia para lanzar una ofensiva diplomática en toda regla contra su viejo enemigo en Chipre y el Egeo. Tras las invectivas lanzadas el domingo en Ankara por el primer ministro, Bulent Ecevit, y el ministro de Exteriores, Ismail Cem, el presidente de la República, Suleimán Demirel, amenazó ayer desde Manila, donde se encuentra en visita oficial, con tomar "medidas apropiadas" contra Grecia si ésta sigue manteniendo su apoyo a la rebelión kurda. Para Demirel, Grecia debe quedar aislada de la comunidad internacional como "nación que da apoyo a los terroristas".

La UE pide observadores

La Unión Europea pidió ayer a las autoridades turcas un "juicio justo" para Ocalan, ante un "tribunal independiente" y con presencia de "observadores internacionales", informa Efe. En Luxemburgo, los ministros de Exteriores de la UE expresaron su deseo de que se le permita a Ocalan "el acceso a consejeros legales de su elección". La UE reiteró su firme oposición a la pena de muerte y su condena "de todas las formas de terrorismo".

Tras expresar su apoyo a la integridad territorial de Turquía, los Quince abogaron por la resolución del problema kurdo "por medios políticos, con pleno respeto de los derechos humanos en una sociedad democrática y en concordancia con los compromisos contraídos por Turquía como miembro del Consejo de Europa".

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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