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FIN DEL "CASO LEWINSKY"

El hombre más impopular del país

Cuando fue nombrado fiscal independiente para investigar a Clinton en agosto de 1994, Starr disfrutaba de una reputación como profesional capaz, honesto y digno, que garantizaría una investigación justa al presidente Clinton. Incluso la Casa Blanca acogió su nombramiento con inusitado calor. Pero el hombre que parecía destinado a ocupar algún día uno de los nueve puestos en el Tribunal Supremo, es ahora, tras una lucha a muerte con Bill Clinton, uno de los estadounidenses menos populares, y su sueño de vestirse con la toga negra del tribunal más importante del país ha quedado destrozado.

Sus métodos de investigación han sido cuestionados en varios sectores, no sólo por los defensores y correligionarios de Clinton. Su imagen es la de un hombre obsesionado con derrocar a Clinton, un policía más comprometido con conservar la moralidad que con aplicar las leyes.

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Pero Starr no se da por vencido. Fracasado su es fuerzo para destituir al presidente, queda la posibilidad de que lleve a Clinton ante los tribunales ordinarios. La semana pasada se hizo público que Starr había llegado a la conclusión de que podría recurrir a esta opción incluso con Clinton en la Casa Blanca, una postura que muchos expertos constitucionales cuestionan.

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