La manera femenina de las jóvenes artistas
Combalía monta "un arte vital y emocional"
"No hay un arte femenino pero sí una manera de mujer de ver el mundo", declaró ayer la historiadora Victoria Combalía, directora del centro cultural Tecla Sala, del Ayuntamiento de L"Hospitalet (Barcelona), donde el año pasado organizó la exposición Cómo nos vemos. Imágenes y arquetipos femeninos, la más visitada de la temporada por su carácter polémico. Una versión más reducida, pero con las mismas artistas, se presenta hasta el 7 de marzo en la sala Juana Mordó del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Una modelo tachada y con un agujero en la cabeza, de Susy Gómez; un spiderman convertido en mujer, de Ana Laura Aláez, y una metáfora del cuerpo femenino, de Begoña Montalbán, son las primeras piezas que aparecen en el montaje. Todas las artistas pertenecen a una joven generación, entre 25 y 40 años, que aparece en los años noventa. Victoria Combalía dice que la presencia de la mujer en el mundo del arte es un fenómeno mundial. "Más de la mitad de los artistas actuales son mujeres y aquí hay algunas, como Susy Gómez, Eulàlia Valldosera y Ana Busto, que se han hecho muy famosas".
Combalía afirma que detecta que este arte hecho por mujeres es "muy vital y emocional, por la posición de la mujer que busca la identidad y lucha por ella". En la exposición se tratan dos temas, la existencia de una manera femenina de ver el mundo, y se traslada a la práctica artística, y los arquetipos femeninos tradicionales (como madre o novia), que son puestos en cuestión o reinterpretados. Estas "miradas de mujer desde una posición moral" se encuentran, según la comisaria, en la polaridad masculino-femenino de las obras de Alicia Martín y Txaro Fontalba; en la irónica visión de la mujer ideal de las piezas de Ana Laura Aláez, Susy Gómez, Maggie Cardelús y Bene Bergado; en las condiciones adversas o situaciones límite; en los trabajos de Terry Berkowitz, Elena del Rivero, Natividad Navalón y Concha Prada. Un ejemplo del cambio en las prácticas consideradas como tradicionalmente femeninas, como coser y bordar, figura en las piezas de Elena Rivero, quien borda las cartas de su abogado. También figuran otras propuestas, por lo general fotografías, de Ana+Elena, Ana Busto, Equipo Límite, Ouka Lele, Nerea Orbegozo, Alejandra Weil, María Zárraga y Estíbaliz Sadaba.
Combalía escribe en el texto del catálogo que estas jóvenes artistas tienen "una actitud decididamente arraigada a sus vivencias, pero a la vez irónica e incluso desenfadada". "Sin duda las épocas de un feminismo en primer grado, meramente testimonial o reivindicativo, están ampliamente superadas. Ha llegado el momento en el que el arte parece haber ganado la batalla, desde una posición no formalista y, además, desmitificadora. Tal vez estemos asistiendo a un momento en el que pueden recogerse los frutos de la época de las vanguardias, cuando los artistas pretendían, entre otras cosas, cambiar la visión del mundo". Al coincidir la muestra de Mujeres en la vanguardia española, dijo que en los años veinte y treinta habían llegado a un tope.
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