_
_
_
_
Entrevista:MARTTI AHTISAARI PRESIDENTE DE FINLANDIA

"No encuentro razones para que Finlandia ingrese en la OTAN"

Jorge Marirrodriga

ENVIADO ESPECIALEnérgico y directo al abordar las cuestiones comprometidas, Martti Ahtisaari es el décimo presidente de la historia finlandesa y el primero elegido por sufragio directo. Durante su mandato, iniciado en 1994, Finlandia rompió la neutralidad impuesta tras la Segunda Guerra Mundial por imperativo de los soviéticos y accedió como miembro de pleno de derecho a la Unión Europea (UE). Sin embargo, Ahtisaari -y toda la clase política finlandesa tras él-, insiste en que Europa no puede considerar a Rusia como un asunto al margen y que es necesario colaborar en el desarrollo y estabilidad de los rusos, para lo cual presenta a su país como el puente natural de dicha relación. La llamada dimensión nórdica. No en vano, hasta hace pocos años, casi el 30% de la economía de Finlandia dependía de la URSS. El mismo Ahtisaari nació en 1937 en un territorio que hoy en día pertenece a Rusia. El jefe del Estado finlandés inicia hoy una visita a España en la que uno de los temas fundamentales -y también más espinosos- será el de los fondos de cohesión de la UE. Finlandia se ha alineado claramente con los socios partidarios de recortar el gasto comunitario.

Pregunta. Finlandia es partidaria de restringir el presupesto comunitario. ¿Cómo se compagina esta restricción con otros procesos que serán costosos como, por ejemplo, la ampliación de la UE al Este?

Respuesta. En Finlandia tenemos un presupuesto muy restringido. Hemos reducido mucho los gastos del Gobierno (tenemos una gran coalición de Gobierno) y también hemos apoyado la línea de la Comisión Europea. La posición de un Gobierno no puede ser diferente en su propio presupuesto y en el que defiende en la UE. Queremos ahorrar lo máximo posible, pero esto no significa acabar con otras cosas, sino que tiene que fijarse un porcentaje en el gasto que suponga un límite. Comprendo la preocupación en España por el tema, pero los Estados miembros de la UE tendrán que negociar sobre ello. Parece claro que dentro del límite que está marcado en las propuestas de la Comisión deben encontrarse los fondos para que pueda llevarse a cabo con éxito la ampliación de la UE. Finlandia está a favor de la ampliación, pero creo que no se puede imponer ningún calendario artificial para esta ampliación porque depende de distintos Gobiernos. Se trata de negociaciones separadas entre la UE y cada país, que debe depender de su propia preparación. Pero, mientras los países candidatos al ingreso sigan siendo candidatos, nosotros debemos de ser capaces de ponernos de acuerdos en temas como la Agenda 2000, en alcanzar un acuerdo sobre cómo vamos a tratar los asuntos institucionales de la Unión, porque esto, además, tendrá repercusión sobre el momento en que los aspirantes finalmente accedan. Por lo tanto, no puede haber plazos artificiales.

P. Los Estados del sur de Europa están muy preocupados por el asunto de los Fondos de Cohesión. Algunos países, como Finlandia, que son partidarios de reducir el gasto en la UE, al mismo tiempo introducen nuevas ideas, como la dimensión nórdica. Ideas que generan nuevo gasto.

R. Usted está equivocado. Finlandia no está introduciendo ningún nuevo concepto. Se trata [ la dimensión nórdica] de un programa perteneciente a la UE y a Rusia. Las bases de ese programa ya están puestas para poder llevarlo a cabo. No proponemos la creación de nuevas estructuras en las instituciones, ni la introducción de nuevas partidas en el presupuesto. Conozco las preocupaciones de los países del Sur, pero creo que [sus Gobiernos] deben obtener el apoyo de su propio electorado para obtener los fondos que necesitan. El dinero no crece en los árboles y hay cuestiones, como el desempleo, que son muy importantes. Creo que las políticas conservadoras respecto al presupuesto son muy útiles para todos y pueden ayudar a aquellos que quieran que los fondos de cohesión continúen después de que sus países encuentren su propio lugar en la UE. La Comisión ha hecho una proposición sobre el asunto y deberá ser discutida a finales de año. Y esta nueva dimensión está clara para todos aquellos países que forman o que estén en condiciones de ingresar en la UE. Es cierto que hay diferencias sobre esto entre algunos Gobiernos, pero es algo que debemos discutir sobre el conjunto del presupuesto.

P. La reducción de los fondos de cohesión supondría el sacrificio de muchos sectores...

R. Creo que estamos haciendo frente a tremendos retos. Finlandia es un país pequeño, con un presupuesto pequeño. No hemos conseguido reducir nuestra tasa de desempleo [ en torno al 11%]. Tenemos que estar preparados en la Europa de hoy para el hecho de que cada Gobierno está haciendo frente a reducciones en el presupuesto. Recuerdo los tiempos en que los presupuestos se incrementaban y los beneficios seguían llegando, pero no va a ser fácil que esos tiempos vuelvan. Ahora es mucho más difícil tratar de cubrir unos servicios y mantener una política presupuestaria. De todas formas, tenemos mucho que discutir antes de llegar a una conclusión.

P. ¿Cuáles son los principales objetivos de la presidencia finlandesa de la UE en el segundo semestre de este año?

R. Depende mucho de lo que haga la presidencia alemana con los temas de la Agenda 2000. Habrá que abordar temas de asuntos institucionales, la dimensión nórdica, seguridad interna... Tendremos la mesa llena de papeles incluso si Alemania tiene éxito en su presidencia, pero la mayor parte de la agenda ya está fijada. P. ¿Va a ingresar Finlandia en la OTAN?

R. Prácticamente, desde la intervención en la crisis del Canal de Suez en los cincuenta, no hemos participado en operaciones internacionales, hasta ahora, que lo hemos hecho en Bosnia. Cuando acabó la guerra fría cada país reaccionó de manera diferente. Muchos decidieron entrar en la OTAN antes que en la Unión Europea. Nosotros no. Colaboramos con la OTAN, tenemos una excelente relación con ella y veo con frecuencia al secretario general, Javiera Solana, pero no encuentro ninguna razón para entrar en la organización ahora. Los problemas que vienen del exterior no son una amenaza militar, sino problemas de medio ambiente (estamos muy preocupados por los reactores nucleares rusos), delincuencia organizada, tráfico de droga... Ésas son las preocupaciones. Creo que el aspecto militar de la seguridad ha perdido su importancia.

P. ¿Qué prefiere en Moscú? ¿Un Gobierno débil, como hoy en día, o uno poderoso, como en el pasado?

R. Todo el mundo quiere que en Rusia haya una economía de mercado e instituciones democráticas, pero eso llevará su tiempo. No basta con celebrar elecciones libres, sino que hay que construir las instituciones democráticas. Yo no veré en lo que me queda de vida que en Rusia exista una sociedad democrática como la finlandesa. Los alemanes son un ejemplo de esto: ellos mismos dicen que asimilar la unificación (no hablo en términos económicos) llevará una generación y creo que en Rusia harán falta dos generaciones, porque se tiene que dar un cambio enorme. La cuestión no es si preferimos en Moscú un Gobierno fuerte o débil. Queremos que haya un Gobierno democrático.

P. ¿Cree que la crisis rusa ha tocado fondo?

R. Creo que, económicamente, será aún peor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_