Las organizaciones humanitarias temen una tragedia en Sierra Leona

La vida de miles de personas está en grave peligro en Sierra Leona, y las agencias humanitarias deben actuar con rapidez para evitar una catástrofe, pero no es posible debido a la inseguridad que reina en el país. Por este motivo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidieron ayer a las partes en conflicto que permitan reanudar la ayuda de urgencia.

La situación es especialmente "desesperada" en las grandes ciudades de Sierra Leona, como Freetown, Kenema y Kambia, así como en sus aledaños, donde miles de personas se han refugiado de los combates, explicó el portavoz de UNICEF, Patrick McCornik. Según los datos del personal de UNICEF en el terreno, alrededor de un millón de personas que viven en la capital permanecen confinadas en sus casas sin agua, comida, electricidad, ni cuidados sanitarios y "no podrán sobrevivir mucho tiempo en estas condiciones". Tras diez días de combates en Freetown, el PMA consiguió restablecer el contacto por radio con su personal, quien informó de "los sufrimientos y la privación" de la capital, explicó su portavoz Christiane Berthiaume. Aunque los datos son aún confusos, la portavoz dijo que es "fácil imaginar" la situación de hambre, la falta de medicamentos, los pillajes, detenciones y ejecuciones sumarias. ACNUR también pudo conseguir informaciones de su personal, que se encuentra en la zona de la capital controlada por las tropas de ECOMOG, donde "la gente está traumatizada" y sus condiciones de vida son muy duras, dijo su portavoz, Kris Janovski. Por el momento, esta agencia humanitaria no ha conseguido datos sobre el estado de los barrios de Freetown, bajo control de los rebeldes, "aunque creemos que la situación debe ser dramática". El PMA tiene comida suficiente en Sierra Leona, unas 4.000 toneladas, de ellas 2.000 en Freetown, y un equipo de 75 personas que "podría empezar mañana mismo el reparto", pero no será posible "hasta que no nos garanticen la seguridad", indicó Berthiaume. En cuanto a las reservas en la capital, que durante diez días ha sido escenario de fuertes combates, la portavoz no pudo confirmar si han sido respetadas, pero si no es así hay más alimentos del PMA en los países limítrofes. "El problema no son los suministros sino la inseguridad", agregó. Otro tema de preocupación para las agencias de la ONU son los desplazados internos, cuya situación se agrava día a día, en especial la de aquellos que han buscado refugio cerca de las grandes ciudades. McCornik declaró que 2.500 desplazados en la ciudad de Bo y unos 40.000 en Kenema necesitan con urgencia alimentos, asistencia médica y servicios sanitarios, para evitar los brotes epidémicos. La situación también es de gran urgencia para otras 15.000 persomas desplazadas que se hallan entre la ciudad de Kambia y la frontera con Guinea Conakry.