El motor de agua que se presentó en Valencia no tiene viabilidad alguna
El sistema fue anunciado por científicos de la Universidad de Valencia
Las enormes expectativas que se suscitaron cuando dos científicos de la Universidad de Valencia anunciaron el descubrimiento de un método barato para extraer energía del agua se han enfriado. Once meses después, Daniel Beltrán, director del Instituto de Ciencia de los Materiales, al que pertenecen los investigadores, reconoció ayer que desconoce cuándo habrá una aplicación práctica del método y si el proceso será de interés económico.
En febrero del pasado año, Elisa Llopis y Antonio Cervilla anunciaron, en una inusual conferencia de prensa convocada dos horas antes, que habían descubierto una manera de obtener energía a temperatura ambiente extrayendo hidrógeno del agua mediante un catalizador de molibdeno con un coste económico "despreciable", a diferencia de otros procedimientos similares. También señalaron que la aplicación industrial del descubrimiento era factible, por lo que se trataba meramente de una cuestión de tiempo.Sin embargo, Daniel Beltrán reconoce en el escrito enviado al vicerrector de Comunicación de la Universidad de Valencia, Juli Peretó, que, "en lo que se refiere a la posible aplicación práctica de los mismos [de los procesos químicos] desde el punto de vista técnico, todavía deberá transcurrir un periodo difícilmente cuantificable antes de que sea posible confirmar o desmentir, en lo que proceda, el interés económico como tal del procedimiento".
Ni a Beltrán ni a los investigadores Cervilla y Llopis se les pudo localizar ayer para dar más explicaciones sobre el asunto. De hecho, Peretó, que en el momento en que se anunció el descubrimiento era vicerrector de Investigación, se encargó de leer la nota que el director del Instituto de Ciencia de los Materiales ha redactado a instancias del vicerrector y motivado por el interés reiterado de los informadores por conocer más detalles sobre la investigación.
En el escrito se reconoce que debido "a la forma inusual en nuestro ámbito [el científico] de comunicar dichos resultados" se suscitaron "grandes expectativas sociales. Fundamentalmente al aparecer ligados los resultados de lo que era una investigación básica con la posible aplicación de los mismos". "Dicha aplicación", continúa el escrito, "se centraba principalmente en la obtención de energía limpia y a bajo coste que se obtendría a través de dicho proceso, que parecía preverse a corto plazo".
A continuación, Beltrán añade en su nota que, "en cualquier caso, la utilización del hidrógeno como fuente de energía limpia y alternativa al petróleo está prevista como tal a medio plazo en los países industrializados".
Beltrán no aporta datos concretos sobre la investigación.
Tan sólo subraya que durante el periodo de tiempo transcurrido desde el anuncio del descubrimiento, "los esfuerzos del equipo se han centrado en contrastar, con mayor abundancia de medios y datos diferentes, aspectos concretos de la investigación cuya interpretación era necesaria para la mejor comprensión de los fenómenos que se describieron".
En este sentido, el director del Instituto de Ciencia de los Materiales concluye que "a fecha de hoy, y con los últimos resultados disponibles, se puede confirmar el interés de los procesos químicos entonces expuestos".
Nada se dice de momento sobre si la cantidad de hidrógeno obtenida del proceso es significativa o si la energía recuperada es superior a la que se necesita aportar para descomponer el agua, dos cuestiones básicas en un proceso dirigido a conseguir energía limpia a un bajo coste.
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