Excluidos los trasvases de agua potable por tuberías
Durante la sequía que colocó a Madrid a las puertas de padecer restricciones en el verano de 1993, la administración hidráulica decidió la construcción urgente de una tubería para llevar agua a la capital desde el embalse de Picadas. Eran poco más de 30 kilómetros de conducción. Cualquier obra como ésa, independientemente de su longitud, quedará exenta de evaluación de impacto ambiental, según la nueva ley: "Quedan excluidos los trasvases de agua potable por tubería". En 1993, la conducción para Madrid también estaba exenta, pero las protestas por los desgarros de la maquinaria en el entorno obligó a realizar inversiones extras para reparar el impacto de las obras. Ecologistas en Acción considera sorprendente que la futura ley mantenga esta exclusión, así como las obras de presas con menos de 10 metros de altura.
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