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Escándalo en la ONU al trascender que sus inspectores espiaron en Irak para EEUU

Jamás en su historia reciente la ONU había vivido una jornada tan escandalosa como la de ayer. Y es que las denuncias de Irak y las sospechas de varios países miembros permanentes del Consejo de Seguridad tomaron cuerpo oficial. Dos diarios norteamericanos dieron cuenta de la existencia de un informe interno de la ONU que asegura que Richard Butler y algunos de sus equipos de inspectores de Unscom, el organismo encargado de vigilar el desarme iraquí, han colaborado estrechamente con el espionaje de Estados Unidos, ayudándole a interceptar y grabar las conversaciones de los dirigentes políticos y militares del régimen de Sadam Husein. Kofi Annan dijo no tener pruebas de esa cooperación.

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La tormenta la desató una información publicada por The Washington Post y The Boston Globe, dos de los más prestigiosos diarios estadounidenses. Ambos publicaron ayer que, según un informe interno de Naciones Unidas confirmado por fuentes anónimas norteamericanas, algunos de los equipos de inspección de Unscom aprovecharon sus visitas a sedes oficiales iraquíes para montar un clandestino sistema de escuchas electrónicas. Ese sistema fue utilizado por los servicios de espionaje de EE UU para reunir información sobre asuntos como las unidades de la Guardia Republicana iraquí encargadas de proteger a Sadam Husein. Tras la lectura de ese informe, Kofi Annan, según The Washington Post, ha llegado a la conclusión de que las denuncias iraquíes son verosímiles y que el australiano Butler y sus principales ayudantes han cooperado estrechamente con la política iraquí de Bill Clinton, y no sólo desde el punto de vista político. "El secretario general", dijo uno de sus colaboradores citado por el diario de la capital norteamericana, "ha sido puesto al corriente de que, en violación de su mandato, Unscom facilitó la creación por EEUU de un sistema de recolección de información secreta".

Annan, a través de su portavoz Fred Eckhard, negó ayer tener "prueba alguna" de que los inspectores de Unscom actuaran como espías al servicio de EEUU. "No tenemos prueba alguna, sólo rumores", dijo Eckhard. Y añadió: "Si esas acusaciones fueran ciertas, es evidente que serían dañinas para la labor de la ONU respecto al desarme de Irak y en general". La filtración a los diarios estadounidenses provocó notable incomodidad a la secretaría general de la ONU.

Ya era un hecho que las subidas de tono de Butler coincidían siempre con los momentos en que Clinton estaba predispuesto a distraer la atención de sus problemas internos con campañas antiiraquíes. Eso fue evidente el pasado diciembre, cuando Clinton tuvo conocimiento de un informe de Butler antes que el Consejo de Seguridad y se apresuró a desencadenar la Operación Zorro del Desierto en vísperas de la votación sobre su impeachment.

Sergei Lavrov, embajador ruso en la ONU, recordó ayer ese asunto, calificó el informe de Butler de "malintencionado y en ciertos aspectos totalmente falso" y volvió a solicitar su destitución.

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La Casa Blanca, el Departamento de Estado y la CIA reaccionaron con evidente malestar. Pero fuentes de los servicios de espionaje citadas por CNN confirmaron que EEUU recibió y utilizó informaciones recogidas por los inspectores de la ONU a través de vigilancia electrónica clandestina. Esas fuentes también reconocieron que el espionaje norteamericano facilitó a Unscom instrumentos de vigilancia con la voluntad, según su interpretación, de ayudar en los trabajos de inspección, aunque reservándose el derecho a utilizar la información recogida.

La colaboración entre Unscom y los espías norteamericanos habría comenzado en febrero de 1996, según The Boston Globe, y su objetivo sería derrocar a Sadam Husein. Los instrumentos facilitados a los inspectores por el espionaje de EEUU les permitían seguir desde su cuartel general en Bagdad las conversaciones sostenidas por los iraquíes a través de radios, transmisores y teléfonos ordinarios o celulares. Ese material era luego transmitido a los servicios secretos norteamericanos.

Demasiado importante

El pasado abril, Estados Unidos ya había mejorado el sistema, de modo que pudo seguir espiando a los iraquíes incluso en momentos en que los equipos de Unscom eran expulsados o abandonaban voluntariamente Irak. Scott Ritter, el norteamericano que dirigió uno de los equipos hasta que fue vetado por Irak, confirmó a The Boston Globe esas informaciones: "EEUU decidió que el sistema de vigilancia de Irak era demasiado importante como para dejarlo en manos de la ONU".

Nadie podía precisar ayer cómo utilizó EEUU en Zorro del Desierto los datos así recogidos. Pero varios edificios y organismos bajo inspección de la ONU fueron bombardeados. Entre ellos, los cuarteles generales de la Guardia Republicana y de los servicios de espionaje iraquíes, y la casa de Abid Hamid Mahmud, jefe de la seguridad personal de Sadam. "Es una de las tres personas que sabe dónde duerme cada noche Sadam", dijo Scott Ritter.

La polémica puede suponer el golpe de muerte para Unscom, cuyo porvenir ya fue puesto en cuestión por Zorro del Desierto. De momento, la mayoría del personal de la comisión, que se hallaba en Bahrein desde su salida de Irak el 17 de diciembre, ha recibido la orden de regresar a casa.

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