Un libro descubre la símbología masónica de la Catedral de Sevilla
La Catedral de Sevilla, la tercera más grande de la Cristiandad, está llena de simbología esotérica y referencias a la cábala, la alquimia y la masonería tanto en su disposición arquitectónica como en las figuras que adornan sus puertas, muros y capillas. Juan Sánchez Gallego, miembro de la orden Rosacruz, ha dedicado toda su vida a estudiar los signos herméticos y ocultistas del templo. Guía esotérica de la Catedral de Sevilla, editado por Castillejo, revela en forma novelada estos significados ocultos. "Todas las catedrales góticas son esotéricas y herméticas", mantiene Sánchez Gallego, que ha sido técnico en electrónica de Aviación Civil. Así, la disposición de las capillas en tres grupos de ocho formando el 888, que hace referencia en numerología a Jesús, frente al opuesto 666, el número de la Bestia. Muchos de estos mensajes cifrados se deben, según el autor, al escultor Lorenzo Mercadante de Bretaña a quien el cardenal Juan de Cervantes encargó parte de la decoración de la catedral y su tumba en el interior del templo. La Puerta del Nacimiento representa "la trasmutación en oro alquímico". "No hay pesebre, sino una especie de athanor (el recipiente para esta operación); San José lleva el gorro frigio y la rodilla desnuda, todos símbolos alquimistas", explica. Pelícanos que sangran, dragones alados, una corona de la Virgen relacionada con los 12 signos zodiacales, números mágicos, referencias al tarot, los palos de la baraja española e instrumentos como la escuadra, el compás o el libro "son signos de los maestros masones", afirma.
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