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TREGUA EN EL GOLFO

Sadam convierte el cese de los ataques en victoria y afirma que mantendrá su política

ENVIADO ESPECIALSadam Husein aún está en pie. El presidente de Irak ha convertido el cese de los bombardeos en una nueva victoria de su régimen. Por si quedaba alguna duda, Sadam Husein dijo: "No cambiaré mi política, continuaré haciendo frente a la conspiración". Mientras la población escuchaba ayer sin excesivo entusiasmo las palabras de su líder, trataba pacientemente de curar sus heridas y de conocer en vano el alcance exacto de los daños ocasionados por los ataques de los aviones estadounidenses y británicos, especialmente en el sur del país.

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"Habéis estado al nivel que vuestro líder, hermano y camarada Sadam Husein esperaba de vosotros. Espero que Alá os recompensará y engrandezca vuestros corazones con la corona de la victoria", aseguró ayer Sadam Husein, vestido con uniforme militar, en un breve discurso difundido por la televisión estatal.Sadam Husein convirtió así una vez más la derrota en una victoria, desafiando de nuevo al Gobierno de Estados Unidos, que ayer, en la madrugada del sábado al domingo, anunciaba su intención de suspender los bombardeos, finalizar con la operación Zorro del Desierto, pero dejando en estado de alerta en la región a cerca de 5.000 soldados, que podrían actuar en cualquier momento si las condiciones lo requieren.

Sadam Husein no está solo. Los demás dirigentes del régimen de Irak han constituido en las últimas horas un frente común con su líder, solidarizándose y apoyándolo con todo tipo de inflamadas declaraciones que la prensa, la radio y la televisión tienen especial cuidado en difundir inmediatamente, repitiéndolas hasta la saciedad.

"Irak no cambiará su política, defenderá su independencia y soberanía y hará frente a la conspiración que supone el embargo económico y la injerencia exterior en asuntos internos", aseguraba ayer un comunicado oficial del Ministerio de Información, distribuido por la agencia de prensa estatal Irna y leído centenares de veces por la radio y la televisión.

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El Gobierno de Bagdad, envalentonado por el fin de los ataques, ha anunciado también que no está dispuesto a reanudar su cooperación con los inspectores de desarme de las Naciones Unidas."Las inspecciones de la Unscom [equipos de inspección de desarme de la ONU] son un asunto del pasado", ha afirmado también en un tono provocador el vicepresidente del Gobierno iraquí, Taha Yassim Ramadam, quien no ha dudado en calificar a los equipos de Richard Butler como "espías" al servicio de Estados Unidos, cuyo único objetivo es "derrocar la Gobierno ". El discurso de Sadam Husein, el comunicado oficial del Ministerio de Información y las reiteradas declaraciones de los ministros constituyen una prueba clara de que el combate entre el régimen de Irak y Estados Unidos no se ha cerrado y que podría reabrirse en cualquier momento, dando así la excusa a la Casa Blanca de bombardear de nuevo.

"Nos estamos preparando para lo peor", decía ayer el doctor Hazim A. Abdulhamid, director del hospital Yarmuk, el más importante de la capital, donde trabajan más de 1.400 empleados, entre personal médico y auxiliar, y donde se encuentran instaladas más de setecientas camas.

El doctor Hazim, de 38 años, casado, padre de tres hijos, especialista en medicina pública, ha ordenado que todos los pacientes que no se encuentren en situación excesivamente grave abandonen el hospital, y ha indicado al personal que se prepare para atender a oleadas de heridos que podrían producirse si se repiten las operaciones de castigo.

"No he recibido consignas de ningún tipo, ni siquiera he visto la televisión ni he escuchado los mensajes de Sadam Husein. Soy simplemente un profesional de la medicina que está obligado a estar preparado y a ser previsor ante cualquier eventualidad", afirma insistentemente el doctor Hazim.

El doctor Hazim forma parte de esta importante capa de la población iraquí cuyo único objetivo es intentar sobrevivir o, en su caso, ayudar a los demás a que hagan lo mismo.

Su actitud demuestra desconfianza, similar a la mayoría de la gente de la calle que trata de curar sus heridas sin preguntar nada, aunque le gustaría conocer exactamente el alcance de los daños provocados tras cuatro días de continuos ataques. "Lo único que sé es lo que pasa en mi hospital. Aquí recibimos 15 cadáveres y tenemos en la actualidad 64 personas heridas, la mayoría de ellas como consecuencia de quemaduras o de lesiones producidas por las roturas de vidrios de las ventanas o puertas", recalca el director de este hospital, que añade no tener detalles generales de la situación del país.

Irak no facilita información.

El número de muertos oficiales se eleva a 73, y sólo hay un centenar de heridos. Estas bajas sólo se refieren a la ciudad de Bagdad. [El embajador iraquí ante la ONU, Nizar Hamdun, aseguró anoche que se han registrado "enormes daños y miles de víctimas, entre muertos y heridos", informa Reuters.]

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