Los lores obligan a repetir el proceso para decidir sobre la inmunidad de Pinochet
ENVIADO ESPECIALUn tribunal de cinco jueces lores adoptó ayer por unanimidad la resolución sin precedentes de anular el fallo, por una conducta impropia del juez lord Hoffmann, que el pasado 25 de noviembre revocó la inmunidad del general chileno Augusto Pinochet. A partir de esa sentencia, el ministro de Interior británico, Jack Straw, autorizó, el pasado día 9, la apertura del proceso de su extradición a España. El presidente del tribunal, Browne-Wilkinson, explicó ayer sucintamente en el acto formal de votación: "Lord Hoffmann, que no reveló sus relaciones con Amnistía Internacional, estaba descalificado para formar parte del tribunal". La nueva vista se celebrará a partir del 18 de enero.
Un nuevo tribunal de cinco jueces lores repetirá las sesiones de apelación a partir del próximo 18 de enero, dejando en el aire todo el procedimiento de extradición. Fue una repetición de la jugada del 25 de noviembre en seis minutos exactos, en el mismo escenario, la soberbia y brillante Cámara de los Lores, donde se dan los speeches (discursos) en los casos que los jueces lores resuelven en su función de tribunal supremo.Lord Browne-Wilkinson, el juez más antiguo de los 12 law lords (jueces lores) en activo de la Cámara, se sentó en una de las butacas cuadradas enormes, en el centro de la sala, y a su derecha tomaron asiento lord Goff y lord Hutton; enfrente de ellos, lord Nolan y lord Hope.
"En el caso que nos ha sido sometido, el Gobierno de España ha solicitado la extradición del senador Pinochet para juzgarle por delitos de tortura y otros que, según se alega, han sido cometidos en Chile durante el tiempo en que fue jefe de Estado. El senador no puede ser legalmente extraditado a menos que los delitos de los que se le acusa sean punibles bajo la ley inglesa. No podría ser extraditado si se acordara que goza de inmunidad de Estado o inmunidad soberana frente a su detención y frente a acciones legales. No hay duda de que un jefe de Estado goza de tal inmunidad durante el tiempo en que fue jefe de Estado, pero no está claro si la inmunidad debe extenderse a un exjefe de Estado, como es el caso del senador Pinochet", leyó Browne-Wilkinson.
Amnistía Internacional
"El Alto Tribunal de Justicia decidió que tenía derecho a la inmunidad y que, por tanto, no podía ser extraditado, lo que llevó a una apelación ante la Cámara de los Lores por parte del Gobierno español", siguió el presidente. "Por una mayoría de tres a dos, el recurso de apelación fue admitido el 25 de noviembre". Y aquí, en este punto de la narración, cuando era legítimo preguntarse hasta qué punto se metería con su colega lord Hoffmann, el presidente le nombró por vez primera. "Lord Hoffmann, que tenía relaciones con Amnistía Internacional, votó con lord Steyn y lord Nicholls que el senador Pinochet no gozaba de ningún tipo de inmunidad como exjefe de Estado y que estaba afectado por la petición de extradición. En desacuerdo con ellos, lord Lloyd y lord Slynn dijeron que gozaba de inmunidad".Pero Browne-Wilkinson sería todavía más explícito. "Amnistía Internacional, que había impulsado durante largo tiempo campañas para que el senador Pinochet fuera sometido a juicio, obtuvo permiso para intervenir en el recurso de apelación a la Cámara de los Lores. La organización de derechos humanos elevó alegaciones escritas y estuvo representada mediante abogado ante el comité de apelación de los lores. Después de las sesiones, se supo por parte de los asesores del senador Pinochet, por primera vez, que lord Hoffmann es presidente de la fundación Amnesty International Charity Ltd., que está estrechamente vinculada a la organización principal Amnistía Internacional, y supieron también que la señora Hoffmann era empleada de Amnistía Internacional desde hacía 20 años. Estos hechos no fueron reveladas a las partes en el procedimiento".
El relato fue in crescendo. "El senador Pinochet presentó entonces una segunda petición para que el fallo del 25 de noviembre fuera anulado por la existencia de un conflicto de intereses de lord Hoffmann, quien no debió haber formado parte del comité de apelación. Después de las dos sesiones que hemos celebrado, encuentro satisfactorio que la posición anterior de esta Cámara no pueda mantenerse y deba ser anulada".
El presidente lo resumió: "Dicho brevemente, en las especiales circunstancias de este caso, incluyendo el hecho de que Amnistía Internacional se unió a él en el papel de interviniente y actuó por medio de abogado, lord Hoffmann, que no reveló su relación, estaba descalificado para formar parte del comité de apelación". Y a continuación expresó su voto: "Propongo que quede sin efecto el fallo del 25 de noviembre, que la apelación se vuelva a ver en audiencia pública tan pronto como se pueda y ante un nuevo y diferente comité de apelación".
Browne-Wilkinson dijo todo esto en apenas tres minutos y medio, para dejar paso a sus cuatro colegas, quienes en dos minutos manifestaron, por orden de antigüedad, tras ponerse en pie: "Estoy de acuerdo con Browne-Wilkinson". El resultado de la votación, pues, fue cinco votos a favor de dejar sin efecto el fallo del 25 de noviembre de 1998. Unanimidad.
Browne-Wilkinson, como ya había anticipado el miércoles, explicó que no habían tenido tiempo para dar sus juicios razonados sobre el asunto. El general Pinochet, pues, tras obtener esta victoria, buscará finalmente confirmar su inmunidad en las sesiones que tendrán lugar a partir del próximo 18 de enero, según se anunció ayer. Las partes tendrán tiempo hasta el 10 de enero para elevar sus intervenciones escritas y se convocará una sesión especial del comité con las partes ya personadas a fin de fijar las reglas de juego sobre nuevas personaciones y presentación de documentos. El procedimiento de extradición queda en el aire.
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