Las ONG piden en París hacer realidad el respeto a los derechos humanos
Representantes de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de más de 100 países aprobaron ayer la Declaración de París, un documento que denuncia la persistencia del "desprecio de los derechos humanos" en un mundo cada vez más integrado. Las manifestaciones en la capital francesa fueron el contrapunto a la clausura oficial del 50º aniversario de la Declaración Universal. Mientras, una ola de protestas contra los abusos recorría los países asiáticos.
Los defensores de los sans papiers acudieron a la plaza del Trocadero junto con cientos de integrantes de las más variadas asociaciones humanitarias para denunciar frente al palacio de Chaillot, donde la Declaración Universal fue firmada hace 50 años, que sus principios están lejos de ser respetados en Francia. Con las ONG internacionales reunidas durante esta semana en París para aprobar una declaración que constata el "desprecio de los derechos humanos en el contexto de la globalización", intelectuales y políticos presionan para que Francia ratifique a la mayor brevedad el tratado de creación del Tribunal Penal Internacional (TPI).El discurso en el que el presidente Jacques Chirac se felicitó ayer por la creación de un nuevo orden jurídico mundial, donde ni siquiera los jefes de Estado estén al abrigo de las investigaciones por crímenes contra la humanidad, fue acogido con interés pero sin despertar entusiasmo alguno. Las organizaciones humanitarias exigieron en cambio un claro compromiso en la puesta en práctica del TPI en el año 2000.
París era una fiesta para las ONG, pero Asia fue sin duda el continente en el que las protestas populares se hicieron más patentes durante la celebración del 50º aniversario, informa France Presse. Miles de manifestantes desfilaron por la calles de Yakarta para exigir el procesamiento del expresidente Suharto y que el Ejército abandone su papel político en Indonesia. La jornada transcurrió sin apenas incidentes en medio de un gran despliegue policial y de unidades militares.
En Hong Kong, grupos de activistas de los derechos humanos pidieron en la calle la liberación de disidentes políticos en China, mientras en Pekín el presidente Jiang Zemin hacía votos por "el progreso de los derechos humanos y la plena protección de los derechos democráticos y libertades del pueblo chino".
India, al igual que Corea del Sur, fue escenario ayer de la protesta de centenares de mujeres por las violaciones de sus derechos. En Birmania, la voz de la líder de la oposición y premio Nobel de la paz Aung San Suu Kyi, se elevó de nuevo para pedir a los países del sureste asiático más atención a los derechos humanos. El Gobierno de Hanoi, por su parte, reclamaba una "aplicación selectiva" de la Declaración Universal frente a la injerencia en los asuntos internos de Vietnam.
"Diálogo con asesinos"
Por su parte, el canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, anunció a su vez que su país dará prioridad a los derechos humanos al ejercer la presidencia europea durante el primer semestre de 1999, informa Reuters. "En nombre del buen funcionamiento de las relaciones internacionales, a veces estamos obligados a hablar con asesinos y torturadores (...) pero no dejaremos que aquellos que violan los derechos humanos nos impidan hablar con sus víctimas o apoyarlas en su lucha", aseguró Schröder.El 50º aniversario de la Declaración Universal fue conmemorado en Cuba con actos, aunque también con protestas de disidentes, informa Mauricio Vicent desde La Habana. Los familiares de los miembros del llamado Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna Vladimiro Roca, Marta Beatriz Roque, Félix Bonne y René Gómez Manzano, detenidos hace 17 meses en La Habana y acusados recientemente de "propaganda enemiga" y "sedición", pidieron ayer la liberación de los opositores durante una conferencia de prensa. Otro acto disidente organizado en un parque de La Habana con motivo del 50º aniversario acabó en un altercado entre una decena de opositores, que habían convocado a la prensa extranjera acreditada en Cuba, y los participantes en un acto de la Unión de Jóvenes Comunistas, que se celebra en estos días en La Habana. La policía detuvo al menos a tres disidentes.
Esta vez, el papa Juan Pablo II fue más lejos de la mera alabanza al referirse a la Declaración Universal, al apuntar que "ha llegado el momento de enraizarla sobre una base antropológica y de referencias morales", informa Lola Galán desde Roma. Una actualización necesaria, a juicio del Papa, en el complejo mundo de hoy. "Hace 50 años el contexto político de posguerra no permitió a sus autores dotarla de una base antropólogica y de referencias morales explícitas, pero eran conscientes de que los principios proclamados se devaluarían rápidamente si un día la comunidad internacional no intentaba enraizarlos en las diversas tradiciones nacionales, culturales y religiosas", advierte el Pontífice.
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