Las previsiones de producción nacional de aceite tras el segundo aforo se elevan 975.000 toneladas

,La producción española de aceite de oliva será de unas 975.000 toneladas, según los datos del segundo aforo. El delegado de la Consejería de Agricultura en Jaén, Rafael de la Cruz, admitió ayer un aumento de unas 10.000 toneladas en la producción aceitera de esta provincia, aunque apuntó que las cifras del segundo muestreo no se harán públicos hasta mañana jueves. Según los datos del primer aforo realizado en octubre, la capacidad jiennense se fijaba en unas 380.000 toneladas. El segundo avance apunta a unas 390.000, lo que supone el 40% de la producción nacional.

El incremento de la producción implicará, según De la Cruz, unas penalizaciones, por exceso de producción, superiores al 20%, que se traducirán en un descenso en los ingresos de los olivareros, que percibirán en torno a 400 pesetas por kilo de aceite, contando tanto con el precio real del producto como con la ayuda comunitaria. El pasado año cobraron en torno a las 487 pesetas por kilo. El delegado señaló que este dato determina "un tono bajo" para la cotización del aceite. La Administración estatal calculó inicialmente que la cosecha sería de unas 760.000 toneladas de aceite de oliva, unas 220.000 menos de las que se obtendrán a juzgar por los muestreos practicados. Los nuevos datos, en opinión del delegado, reabren el debate sobre la modulación de las ayudas para que el presupuesto compense las deficiencias que produce el mercado y se corrija la distribución de las subvenciones, contribuyendo así a sostener el olivar tradicional. Sorpresa en el Gobierno Las declaraciones de Rafael de la Cruz coincidieron ayer con la celebración en Martos (Jaén) de la Fiesta de la Aceituna, una jornada que marca el punto de partida oficial de la campaña oleícola. Al acto acudió el responsable del Area de Agricultura y Pesca de la delegación del Gobierno en Andalucía, Joaquín Domínguez, quien manifestó la "sorpresa" de la Administración central por el ascenso de las cifras de producción "en sólo un mes". Joaquín Domínguez subrayó que el aceite se comercializa "con cierta fluidez" y esta circunstancia supone que no se crearán stocks ni habrá caída en los precios. Además garantiza un incremento de 10.000 millones en las subvenciones. Para Martos, al margen de las declaraciones institucionales, la jornada de ayer marca el inicio de un periodo de frenética actividad económica. La ofrenda floral que ayer realizaron el presidente de la Diputación, Felipe López; los delegados de Agricultura, Rafael de la Cruz, y Turismo, Francisco José Aguilera; y el alcalde de la localidad, Fernando García Pulido, ante el monumento del aceitunero, es el modo en que la principal comarca productora de aceite del mundo se rinde ante su ingreso más importante. La jornada comenzó con los discursos institucionales y las llamadas de atención, por parte de la Junta, para que no se deje a un lado la modulación de las ayudas, para que se extreme el cuidado de la calidad y la apuesta por la comercialización, que deje el valor añadido en la provincia, se afiance. Después, la procesión de autoridades se dirigió hacia el monumento. Dos muchachas ataviadas con traje típico de aceitunera -mandil, alpargatas y pañuelo en la cabeza- depositaron las flores a los pies del conjunto escultórico, mientras que otro grupo de jóvenes, vestidas de la misma guisa, decoraban las solapas de los asistentes con con dos banderitas cruzadas -la española y la andaluza- sobre una hoja de olivo. Después se celebró la degustación de hoyos. La tradición obliga al Ayuntamiento de Martos a proporcionar a los asistentes la comida que durante años -más por falta de recursos que por otras circunstancias- era el manjar típico de los tajos. Los que tuvieron la paciencia de hacer cola consiguieron hacerse con el aceite y alguno de los 4.000 bollos de pan (hoyos para los locales), acompañados de bacalao en salazón y un puñado de aceitunas, que ayer se repartieron. No todo el mundo festejó el inicio de la campaña de igual modo. Para algunos fue jornada laborable, puesto que el buen tiempo propició el trabajo en los tajos. Además, la intención de coger el fruto antes de que caiga al suelo por su propio peso para mejorar la calidad del aceite -tal como se ha recomendado insistentemente en los últimos años-, ha hecho que la campaña se anticipe y que las almazaras emprendan su actividad antes de la fecha simbólica de inicio de la recogida.