EEUU incluirá el humo ambiental del tabaco en su lista de agentes cancerígenos
La decisión del Comité de Toxicología abre un nuevo frente en la lucha contra el tabaquismo
Un organismo federal de EE UU, el Comité Científico del Programa Nacional de Toxicología, ha decidido, por unanimidad de todos sus miembros, incluir el humo ambiental del tabaco o humo de segunda mano (el que inhalan los no fumadores) entre la lista de agentes cancerígenos. Los científicos consideran que hay base médica para concluir que el humo que flota en el ambiente aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer de los no fumadores. El Gobierno debe aprobar todavía la propuesta, pero el hecho abre un nuevo frente en la guerra contra el tabaquismo.
Un grupo de médicos y científicos se reúne cada año a instancias del departamento de Sanidad estadounidense para actualizar la lista de los elementos que las autoridades consideran cancerígenos. El Congreso de EE UU obliga a los responsables de la Sanidad a publicar anualmente dicho listado.Por primera vez, y de forma unánime, los miembros del Programa Nacional de Toxicología han incluido en esa lista de sustancias cancerígenas el llamado humo de segunda mano. Los efectos nocivos para los fumadores pasivos empeoran en lugares cerrados y con mala ventilación.
Está ahora en manos de la secretaria de Sanidad y Servicios Humanos, Donna Shalala, la redacción final de la lista, que será publicada en los primeros días del próximo año. Si sigue la recomendación de su comité (como así ha hecho cada año), la lucha política e institucional contra los cigarrillos habrá encontrado el elemento definitivo en la batalla contra los grandes fabricantes.
El comité tomó su decisión en función de recientes estudios médicos que llegan a una única conclusión: que las personas expuestas al también llamado tabaco ambiental tienen un 20% más de posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón que las personas que se desenvuelven en un entorno libre del humo de los cigarrillos.
La decisión de las autoridades sanitarias también es un balón de oxígeno para la Agencia de Protección Ambiental (APA) estadounidense, que lleva varios años tratando de concienciar a los responsables de la salud sobre los peligros que sufren los fumadores pasivos. En 1993 un juez de Carolina del Norte consideró que la APA había sobrevalorado la conexión entre el humo de segunda mano y el desarrollo del cáncer, una decisión que está recurrida por este organismo y que ha servido de base para la defensa de demandas en este sentido.
Azafatas
Sin embargo, hace algunos meses, el colectivo de azafatas de vuelo de EE UU consiguió una indemnización en su demanda contra la industria tabacalera por los efectos nocivos sufridos a lo largo de los muchos años en los que estaba permitido fumar en todos los vuelos del país. Hasta ahora, sólo algunos componentes del humo que desprenden los fumadores eran considerados cancerígenos. Con esta decisión se establece que es el humo en sí la sustancia que genéricamente causa daños irreversibles a quienes la aspiran de forma involuntaria.Los efectos del gran acuerdo de las autoridades con la industria del tabaco comienzan a notarse en materia publicitaria. Philip Morris, el primer fabricante mundial, ha anunciado la inversión de 15.000 millones de pesetas en una campaña para recomendar a niños y jóvenes que se alejen del tabaco. La campaña comienza el próximo lunes en las principales cadenas de televisión de EEUU bajo el eslogan "Piensa. No fumes".
Los expertos calculan que en el mundo fuman 1.200 millones de personas (la población total ronda los 5.800), el 70% de ellos en países desarrollados. Asimismo, se calcula que 10.000 personas fallecen cada día víctimas de alguna enfermedad producto del tabaco.
El comité del Programa de Toxicología también propone una nueva incorporación a la lista de los elementos que pueden aumentar el riesgo de cáncer: el humo de los motores que funcionan con combustible diesel.
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