Aznar y Guterres rechazan la propuesta austriaca de reforma financiera de la UE

La guerra de la reforma presupuestaria de la Unión Europea (UE) ya ha empezado. Los primeros ministros de España y Portugal, José María Aznar y António Guterres, anunciaron ayer, solemnemente, su oposición frontal a las propuestas de la presidencia austriaca que hoy volverán a ser debatidas en la reunión de ministros de Economía de la UE (Ecofin). Para España está en juego el destino de más de dos billones de pesetas durante el periodo 2000-2006.

Portugal, Grecia e Irlanda, aunque en menor medida que España, también pueden sufrir la embestida reformista de los países más ricos de la UE. Aznar no sólo rechazó tajantemente la propuesta austriaca, sino que señaló que no debía ser considerada ni como documento de trabajo ya que no ha pasado por los trámites para ser debatido por los Quince. La cumbre anual luso-española, que concluyó ayer en Vilamoura, en el sur de Portugal, ha dejado claro que el pacto ibérico goza de buena salud.Guterres y Aznar lo podrán decir más fuerte, pero no más claro. Ni España ni Portugal van a aprobar la propuesta de Austria de reforma presupuestaria de la UE -la llamada Agenda 2000- y consideran, incluso, desleal la forma en que ha sido planteada, aunque no hayan empleado una expresión tan poco diplomática. El socialista Guterres, en la conferencia de prensa que puso fin a la cumbre, respaldó plenamente la posición española al afirmar que el documento de la presidencia "viola las reglas de procedimiento comunitarias".

Se da la circunstancia de que Austria, uno de los últimos países que ha ingresado en la UE, estrena presidencia en este semestre y se ve afectado directamente en el debate presupuestario. Como contribuyente neto forma parte del grupo de países ricos que quiere reducir, proporcionalmente, su contribución a la UE. El documento de la presidencia austriaca fue presentado en el último Ecofin de octubre y pretende fijar la media de gastos del periodo 1993-1999 como referencia para la presupuestos del 2000-2006, en vez de tomar sólo los de 1999. Al parecer no le importa arriesgar un sonoro fracaso en su primer semestre en la presidencia, dada la importancia de la batalla que está en marcha. De mantenerse las posiciones tal como están, la cumbre de Viena, que comienza dentro de dos semanas, amenaza con ser tormentosa.

"Existe acuerdo completo entre España y Portugal en las negociaciones sobre la Agenda 2000. España y Portugal no deben nada a nadie. Reciben y aportan en función de lo que son los objetivos del Tratado de la UE y estamos plenamente de acuerdo en que el cuestionamiento de una política de solidaridad acabaría con la vida de la UE, que espero que nadie desee", afirmó Aznar.