Tras las huellas de Al-Andalus

El fabuloso legado cultural, religioso, político y social que dejaron los musulmanes en España tiene dos polos: el gran siglo del califato cordobés, fundado en 929 por Abderrahman III, que hizo palidecer a las demás ciudades de Occidente, y la dinastía nazarí de Granada, último reducto andalusí. Entre ambos, una franja fronteriza jalonada de castillos, atalayas, guarniciones, alcazabas y ciudades notables, y casi cuatro siglos de historia, tiempo suficiente para que la ciudad califal mudara de piel, se hiciera cristiana y sirviera de plataforma para hostigar al pequeño reino moro que había recogido el testigo del antiguo esplendor islámico. La Fundación El Legado Andalusí pone hoy en funcionamiento la Ruta del Califato, la primera de una serie de recorridos culturales y turísticos con los que se pretende dar a conocer y recuperar la herencia de la cultura hispano-musulmana. La Consejería de Turismo se ha encargado de señalizarla. El eje principal de la ruta, que cubre un trayecto de 180 kilómetros, transcurre por la N-432, que va desde el fondo del Guadalquivir hasta la vega granadina. El trazado incluye Córdoba, Medina Azahara, Espejo, Castro del Río, Baena, Zuheros y Luque, en el ramal norte. El ramal sur pasa por Fernán-Núñez, Montemayor, Montilla, Aguilar de la Frontera, Lucena, Cabra y Priego; Alcaudete, Castillo de Locubín, Alcalá La Real, Moclín, Colomera, Pinos Puente, Güevéjar, Cogollos Vega, Alfacar, Viznar y Granada. Todo el trayecto ha sido señalizado mediante postes indicativos de direcciones de carretera y de las localidades que lo integran. En cada una de los pueblos y ciudades de la ruta se han abierto puntos de información y se han colocado señales con el plano urbano de cada núcleo para facilitar la visita. En total, Turismo ha instalado 119 señales y 72 placas. El Legado Andalusí ha editado 100.000 folletos en español, francés, inglés y alemán, así como una guía, Ruta del Califato, realizada por Equipo 28, que contiene una amplia información histórica del recorrido, mapas, descripciones del paisaje, de la gastronomía, de la artesanía y las fiestas del itinerario, con una tirada de 10.000 ejemplares en cinco idiomas (los mencionados más el japonés). El Legado Andalusí, reconocido como Itinerario Cultural Europeo, pretende que esta ruta sirva de modelo para las demás: otras seis por Andalucía y tres itinerarios culturales con los que se quiere fomentar las relaciones de cooperación con otros países: el de los Almorávides y Almohades, que integra a España, Portugal, Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania, Malí y Senegal; el de los Omeyas, que parte de la Meca para describir el camino de la civilización árabe hasta Córdoba, y el Mudéjar, que quiere difundir el fruto de este arte en Iberoamérica.